Editorial: MILEI SÓLO ANDARÍA SIN LEY
Por Héctor Ricardo Olivera

Apenas 49 días nos separan de las urnas en la que elegiremos a los gobernantes que en nuestra condición de bonaerenses conducirán por 4 años los destinos del País, la Provincia y los Municipios.
La responsabilidad es grande, muy grande, y en función de ella es conveniente razonar con calma y preferir con esperanza y realismo.
Las PASO establecieron que las alternativas reales son sólo tres.
De alguna manera se facilita el análisis pero no merma el requerimiento de seriedad para tratar de no equivocarnos.
El candidato oficialista facilita su descarte por razones más que evidentes.
Cuesta entender que un tipo como Massa pueda figurar en la grilla.
A veces uno tiende a pensar que es una mentira y un cinismo con forma de ser humano.
Verlo a orillas del Paraná anunciando el Pre Viaje 5 y el 6, 7, 8, 9 y 10 si lo votan es una cachetada al sentido común.
La Economía que el conduce explotada, la inflación que se devora las billeteras, las tarifas de los servicios que espantan, las líneas de producción industriales que paran por falta de insumos importados, las reservas del Banco Central que son largamente negativas, la Salud que no puede brindar servicios por carencias de elementos y él sonríe y proclama que alguno podrá ir a Las Toninas a pasar un fin de semana.
El candidato más votado en las PASO invita a otro análisis.
Ya hemos visto su conducta violenta, su escenografía filosa y sus escasas ideas contrarias a la racionalidad mínima.
Es cierto que ha empezado a bajar los decibeles y la dolarización ya no sería inmediata, la venta de órganos, la portación de armas y la demolición del Banco Central ha sido desmentida por sus principales voceros económicos.
Queda claro que sus propuestas solo serían posibles sin el respeto a la Ley, sin el sometimiento al Estado de Derecho y a las normas básicas de la Democracia.
No podría hacer lo que anuncia sin violar la división de Poderes que define a la República.
Autoritario y con aspiraciones de monarca no dialoga con nadie.
Ya anunció que no lo hará con Melconián, porque el habla «solo con presidentes».
Sus apariciones televisivas fueron siempre monólogos donde nadie pudo incorporar una idea distinta. Sus apariciones públicas fueron escenas teatrales propias de un enajenado que grita sin escucharse.
Ha acertado en valerse del cansancio popular ante gestiones que no fueron correctas y dejaron muchas esperanzas incumplidas.
Pero no será la violencia, el grito tribunero ni la testa despeinada la respuesta a cada una de esas ilusiones.
Este País necesita recuperar el sentido del respeto a las normas de la convivencia democrática.
Los que cargamos algunos años sabemos que la Democracia, como la salud, sólo preocupa cuando no la tenemos.
Hay que explicárselo a los jóvenes que posiblemente no están enterados de lo que fueron Onganía o Videla.
También hay que decir que para salir del pozo al que nos ha llevado el kirchnerismo hacen falta equipos capacitados, convencidos y dispuestos a hacer lo que hay que hacer aunque duela y aunque cueste.
El caos no se arregla con más caos.
Es el orden el que nos abrirá el camino a la esperanza.
La Patria, ese sentimiento que emociona, es demasiado importante para que lo dejemos en manos inexpertas que solo gritan y gesticulan como enajenados.
03/09/2023)
Editorial publicada en la edición de TIEMPO de Ranchos del 15 de septiembre de 2023
