Esta semana hemos llegado a la cadena oficial de radiodifusión número 41 del año.
Para la Señora la Ley de Medios por la que tanto bregaran es apenas una anécdota.
No importa que la Ley diga textualmente en su Art. 75°:”Cadena nacional o provincial. El Poder Ejecutivo nacional y los poderes ejecutivos provinciales podrán, en situaciones graves, excepcionales o de trascendencia institucional, disponer la integración de la cadena de radiodifusión nacional o provincial, según el caso, que será obligatoria para todos los licenciatarios”.
Para ella el micrófono invasivo es un arma al servicio de la campaña electoral que se mete de prepo en nuestras casas como los mosquitos o las cucarachas.
La última vino desde “su lugar en el Mundo”, Río Gallegos, con el pretexto de inaugurar una ampliación de una Universidad.
La razón verdadera era servir a la campaña electoral de su cuñada, Alicia Kirchner y su hijo Máximo, candidatos a Gobernadora y a Diputado Nacional respectivamente.
Así fue que debimos soportar otro capítulo del relato del país de las maravillas, que abruma por lo reiterado, lo chato y lo falso.
Queda para el campeonato del mundo de las tonterías el anuncio presidencial de la habilitación de un establecimiento de sanidad animal donde se vacunarán perros, gatos, hamsters y otras variedades domésticas junto con el lanzamiento de un plan nacional de registro de mascotas.
En una reunión de una agrupación de damas solidarias en una sociedad de fomento puede ser una medida adecuada.
Pero por cadena nacional es una ridiculez más que, para peor y mal que nos pese, no será la última.
Resulta entonces que la Presidenta que casi le declara la guerra a los EEUU acusando a Obama de cómplice de Stiuzzo arranca ahora para el potrero de las trivialidades y se dedica al cuidado de la salud de nuestras mascotas.
No es fácil escapar de la niñería y casi es irresistible opinar que por alguna razón que no alcanzamos a desentrañar ella debe creer que perritos y gatitos también votan y anunciar que serán vacunados, bañados, peinados y desparasitados es una forma de inducirlos a que opten por Scioli presidente.
No es ésta la única muestra del nivel político del oficialismo.
La ausencia del candidato oficial en el debate de hoy a la noche en la Universidad de Buenos Aires es otra expresión de la mediocridad dominante.
La excusa para la ausencia es demasiado liviana.
La no existencia de una ley que obligue a la realización de debates no alcanza, porque ni en EEUU, ni en Chile ni en Brasil la hay pero los debates se hacen igual porque es parte de la cultura política de esas sociedades.
Nos quedaremos, pues, con las ganas, una razón más para ayudarnos a elegir el domingo 25.
El cuadro semanal se completa con la actuación de la diputada provincial Mónica López, que pegó el salto de los de Massa a los de Scioli con más velocidad que un rayo.
La dama de Avellaneda había sido una dura crítica del Gobernador, a quien llegó a denunciar penalmente por los muertos en la inundación de La Plata.
Ahora, por razones seguramente de peso, cambió de caballo en la mitad del río.
Es una prueba más de la incapacidad de Massa para retener su tropa y de la capacidad indisimulada de Scioli de recibir lo que venga sin importar valores, principios, conductas y olores.
A 21 días de la elección es una tragedia que sean estas las notas importantes que el oficialismo pone sobre la mesa.
En verdad serán importantes si nos sirven para una toma de posición que desplace tanta mediocridad del Poder y logremos cambiar de rumbo para restablecer los valores de la República salpicados desde hace 12 años por esta dolorosa capacidad de daño.
Por ahora nos sirve de consuelo que a partir del 10 de diciembre oiremos el ruido de rotas cadenas…