No hace tanto tiempo en esta misma argentina y con el libre ejercicio de los peores pecados que el ser humano puede cometer, esto es: robos, secuestros, violaciones, dados, timbas y la poesía cruel, existían reglas que nunca nadie escribió, pero que se respetaban entre los mas ruines casi como una biblia en el altar.
Traducido esto significaba que había códigos, como suele repetirse utilizando una frase de mafias, que ponían ciertos límites a todo tipo de accionar. El ladrón, si se consideraba especialista en ello, trataba por todos los medios de no ser confundido con un homicida o asesino. «Una cosa es robar y otra matar» repetían hasta con cierto orgullo.-
El mismo ladrón, tenía otra premisa: En el barrio no se jode. A los vecinos se los cuida. A robar a otro lado.
Y así una larga lista de reglas a cumplir. Y una de las mas importantes establecía que « al policía no se lo toca. Al cana NO».
Todo esto es bastante conocido y repetido. Lo que no se repite tanto es que esas reglas tenían mucho que ver con lo que los propios delincuentes recibían como buenos consejos desde los mejores buffets de abogados. « Si robas en el barrio, te reconocen y entonces terminas en cana. En cambio si tenes el mejor concepto de tus conocidos, si te pescan te zafo por tu buena conducta» le decían no sin razón los «bogas».- « Si vas a salir a robar, hacelo, pero si se complica rajá y te descartas. El arma solo se usa en última instancia y no se tira a matar. Del robo te saco, pero del homicidio vas adentro» le señalaban.
Y el «chorro» vaya si hacía caso.
Y por último, el tema de la policía. « Ni loco matés un policía. Es calificado y ahí si no te saca ni Dios» le alertaban.
¿ Alguien con cierta edad no conoce estos claros principios de los ilegales?».
En la actualidad, el pibe chorro al primero que roba es al kiosquero del barrio. Y después la roba la moto al vecino y por último mata al almacenero de la vuelta. No hay barrio que no conozca y padezca a sus chorros.
Eso: chorros, pero que como sienten que eso otorga poca chapa, se convierten en asesinos sin necesidad alguna. Totalmente al revés, ahora te roban un celular y de paso se reciben de homicidas.
Y finalmente la cuestión de la policía: acaba de ocurrir esta semana en un barrio de La Matanza, donde tres jóvenes asesinaron a una pareja de policías de 30 años de edad, en el intento de robarles el auto. Auto que seguramente robarían para usar un par de noches y luego dejar abandonado. Pero como de paso, mataron a dos uniformados.
Lo mas llamativo es que uno de los asesinos perdió su celular en el hecho y por ello fue descubierto casi de inmediato. Y allí se confirmó un dato importante: ese mismo joven de 19 años un mes antes había matado a otro policía y estaba ya procesado por esa muerte.
Pero libre.
¿ Cómo no van a robar en el barrio los chorros ?.-
¿ Cómo no van a matar en ocasión de robo ?
¿ Como no van a matar tan fácilmente a policías, como que ya son unos 20 los muertos en la provincia este año de esta forma?
Si ahora sus abogados asesores ya no les dicen mas lo de antaño. Ya no aconsejan como antes.
Y simplemente no lo hacen, porque ahora no pasa lo que pasaba antes.- Ahora por un robo ni siquiera vas preso. No es te saco pronto. Directamente no entrás y ni siquiera el abogado tiene trabajo. Salen solos y sin pagar nada.-
Por una muerte nadie termina en la cárcel, salvo por algunos días.
Y matar policías no es calificación ni nada. Matas uno y a los 30 días, mientras la justicia llena papeles, matas otros dos.
Esta es la mas contundente explicación de lo que pasa y porque pasa. No hay que buscar tantas razones pscio/sociológics/ y otras yerbas.
Sin embargo: ¿ Resulta esta una razón tan importante como lo es para la vida misma de cada uno de nosotros a la hora de decidir el voto que designará a los nuevos gobernantes del país y las provincias en los próximos días ?
NO. Rotundamente NO.
Y esta afirmación se sostiene sin fisuras cuando se miran los resultados electorales que se han sucedido hasta el momento este año en todo el país. Y si ejemplos hay que dar, vaya lo ocurrido en Santa Fé, donde ganó nuevamente la gobernación el partido que no pudo garantizar la seguridad del mismísimo gobernador al que casi lo matan a tiros en el living de su propia casa hace unos meses.
¿ Si el gobernador no puede cuidarse a si mismo y a su familia, me puede cuidar a mí? me preguntaría como votante de esa provincia. ¿ Hacen falta mas razones para buscar por otro lado en las urnas ?.
Y naturalmente que lo de Santa Fe es a modo de ejemplo. Sobran otros.
Llegan las elecciones nacionales y en ellas las de es-ta provincia, donde la inseguridad ya alcanza límites insospechados. Por cierto que no sobran las razones para tentarse por algunos de los candidatos. Pero sobran las que alertan porque no hacerlo por otros.
Y esto lo saben hasta los chicos de salita rosa, porque los resultados están a la vista de largos años de gestión de algunos de ellos.
Por lo tanto, y sin casi ninguna esperanza que esto sirva siquiera para modificar una sola postura, al menos cuando el proceso electoral culmine y asuman y gobiernen los nuevos (viejos) electos, todo seguirá empeorando, al menos en esta materia. Y seguirán matando al kiosquero, al policía y al que se cruce.
Mientras ellos nos seguirán explicando sus razones y sus extrañas estadísticas, al menos desde aquí recurriremos a este archivo y como hacía el conocido humorista le aclararemos: « No diga que no le avisamos».-
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