Hace ocho años el ex presidente Néstor Kirchner, con aprobación del Congreso creó la Fiscalía Especial AMIA una estructura judicial que actualmente cuenta con 80 agentes y que fue la consecuencia de mostrar contundentemente al mundo y sobre todo a los Estados Unidos que la Argentina libraba la lucha contra el terrorismo y que ponía todos sus recursos para esclarecer y condenar a los autores del mayor atentado terrorista ocurrido en el país en 1994, del que se autodeclararon culpables el movimiento Hesbollad, que es una fuerza integrada por milicias iraníes.- Al frente de esa unidad, el presidente designó al Fiscal Federal Natalio Alberto Nisman que trabajó para dos causas conexas: la del atentado a la Asociación mutual AMIA, a cargo del juez Canicoba Corral y otra posterior por «Encubrimiento en la causa AMIA» que se tramita en el juzgado del Juez Federal Ariel Lijo. Nisman, de 51 años gozó mayoritaria-mente del respaldo de la comunidad judía y aunque por su forma de ser, egocéntrica y verborrágica, solía ser criticado por sus pares, era reconocido por su profesionalismo y vocación de trabajo.- Nisman se opuso fuertemente al llamado Acuerdo con Irán y fue él quien logró que se lo declarara inconstitucional y finalmente no se pusiera en práctica. Desde hace un tiempo, se sabía que estaba elaborando un dictamen para elevarlo al juez correspondiente.
Sin embargo sorprendió cuando el miércoles pasado decidió interrumpir sus vacaciones por Europa, llegó al país y de inmediato presentó ante el magistrado Lijo una denuncia «por encubrimiento» en la que involucró a la propia presidenta de la República, al canciller Timerman, al diputado nacional Larroque, al ex juez Yrimia, al vocero del gobierno Luis Delía y al dirigente de la organización Quebracho, Esteche. Nisman solicitó la indagatoria de todos ellos y un embargo cautelar de 200 millones de pesos. Esa noche, en un programa televisivo dio detalles de su denuncia y ratificó la gravedad de la misma, agregando que tenía mas de 800 horas de escuchas telefónicas y otras pruebas para mandar a juicio a todos los involucrados. La reacción del gobierno fue brutal. La presidenta denunció un golpe institucional, se ligó la denuncia a un atentado terrorista a una revista francesa ocurrido días antes, se involucró como es habitual al diario Clarín y a los servicios de Inteligencia, claro que estos dependen del gobierno nacional.
El Congreso nacional decidió convocarlo a sesión especial en la comisión que preside la diputada Bullrich y finalmente se acordó que este lunes pasado estaría exponiendo allí. En medios de las mas fuertes acusaciones, que incluyeron al juez Canicoba Corral que afirmó haber sido «ignorado por el fiscal», aunque al día siguiente Nisman lo desmintió al confirmar que todas las escuchas telefónicas que poseía eran de teléfonos «pinchados por orden de Canicoba».- Con una custodia de 8/10 hombres de la Federal, el Fiscal se encerró en su departamento del piso 13 de una de las torres Le Parc de Puerto Madero donde la última persona que lo vio con vida fue un colaborador suyo de apellido Lagormazino que ante un llamado de Nisman concurrió a llevarle unas carpetas y una pistola calibre 22 que el fiscal «le pidió prestada ‘para defenderse porque tenía temores por su vida» según declaró este empleado.-
Ya el domingo no respondió ningún mensaje, ni llamado, ni retiró los diarios y desde la tarde comenzaron los rumores de un «incidente» que terminaron cuando un cerrajero convocado por la madre del fiscal ingresó al departamento después de las 22 horas y lo hallaron muerto en el baño con un disparo efectuado con la misma pistola 22 que le prestaron.-
El gobierno a las pocas horas aseguró que era un suicidio, el secretario de Seguridad – jefe de la custodia que debía protegerlo – dijo que las puertas del departamento estaban cerradas con llaves de adentro y con el correr de las horas todo fue modificándose y el jueves, la Dra. Fernandez giró y dijo » no tengo pruebas, pero no tengo dudas. No fue un suicidio».-
El mundo está conmocionado. El gobierno autorizó a desclasificar todas las grabaciones de los teléfonos citados por Nisman y se han conocido ya varias escuchas que involucran a Delía, a un dirigente islámico iraní, se citan en esas escuchas a la presidenta, al canciller, al secretario general Parrilli y a otros altos miembros del gobierno.-
En la autopsia no se hallaron restos de pólvora en la mano de Nisman. La incetudimbre continúa. El mundo habla del caso. El gobierno no ha emitido un solo comunicado oficial ni ha usado la cadena nacional. Ni la jefa de fiscales Gils Carbó emitió una palabra.- El lunes se produjeron movilizaciones de miles de personas en las principales ciudades del país con duros términos para el gobierno nacional.
La investigación de la muerte está en manos de la fiscal Viviana Fein y la juez federal Fabiana Palghini.
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