No es la primera vez que nos sorprendemos al constatar que nuestra capacidad de conmovernos sigue viva, un tanto disminuida tal vez, pasada de acostumbramiento a las cosas mas insólitas, pero siempre dispuesta a que nuestros gobernantes aumenten sus intuiciones y en nombre de mejores objetivos, dispongan las arbitrariedades mas descabelladas.-
« Desde 2015 en la provincia de Buenos Aires, se eliminarán en el nivel primario los aplazos, los chicos podran llevarse materias previas y ademas, para ratificar « las políticas de inclusión y no estigmatizar a los jóvenes» aquellos que se incorporen a la educación sin antecedente alguno en ella ( o sea el que aún no aprendió a escribir las vocales ) deberá ser incoporado a un grupo cronológicamente igual y no al grupo donde se comienza a aprender las primeras letras.
A ver si lo entiende estimado lector: Si un joven de 14 0 15 años decide comenzar la escuela, debe ser sumado a grupos de esa edad, sin importar si en ese grupo están preparando el exámen de ingreso a una carrera de ingeniería. Allí convivirán los que imaginan construir un edificio, los que sueñan con ser profe-sores de nivel secundario y alguien que tratará de escribir la O sin una taza.-
Todo sea para no estigmatizar, discriminar, afectar a quien no ha podido ( o en algún caso no ha querido) ir a la escuela con antelación.-
Tan poco se necesita argumentar para hacer comprender que con la educación hace mucho tiempo que se perdió el timón, el rumbo, las velas y hasta el mástil y a la deriva se marcha hacia el peor de los destinos, que esta decisión tomada desde el área de la Dirección de Cultura y Educación, entre la ministra de Lucía ( que a la hora de explicar este proyecto solo pudo balbucear algunas inexactas excusas ) y algunos gremios docentes, los que no contentos con el daño que le vienen infringiendo a esta sociedad que supo ser la mas ilustrada del continente, desde sus roles de sindicalistas, ahora parecen que también diseñan las grandes reformas educativas sin que nadie los haya elegido para ello.-
No comprender que desde el mas alto nivel educativo en la región y con una de las sociedades mas educadas del planeta se ha llegado a estos vergonzantes índices que muestran los últimos censos educativos donde la Argentina ocupa los últimos lugares del universo, es motivo para cambiar el rumbo es de una necedad que atenta contra la inteligencia.
Hacer desaparecer las calificaciones que le ponen respuesta a las evaluaciones es de evidente estupidez. Toda actividad, debe ser evaluada. Y evaluar es otorgar un lugar en una escala previamente establecida. Quien estudia, comprende y explica bien una lección debe ser estimulado con una buena nota. Y quien no lo consigue debe recibir una nota que le haga comprender que debe esforzarse mas, buscar ayuda u otras alternativas para mejorarse a si mismo.
Hacer desaparecer este básico sistema de evaluación es diluir todo. Es resignarse a que nada se puede cambiar y entonces acomodar el sistema a una resignada situación.
Es la rendición en la lucha contra la ignorancia. Es aceptar que se perdió la guerra.
En épocas en las que se afirma que mas presupuesto se dedica a la educación. Se gasta mucho mas, para lograr mucho menos.
¿ Hace falta decir que entonces se gasta mal?
Hemos procurado algunos ejemplos que estos eruditos que han decidido esta medida deberían legislar: Por ejemplo: habrá que eliminar las divisiones inferiores de los clubes de fútbol. Porque hacer jugar en tercera a un chico es estimagtizarlo, ya que él quiere jugar en primera. También habría que eliminar los resultados del partido, porque perder 4 a 0 podría ocasionarle un trastorno a los derrotados de graves consecuencias. También quitemos los arcos en el fútbol para evitar la depresión que le genera a un arquero recibir un gol un poco tonto. Es cierto que no podremos premiar la capacidad de aquellos que en esos arcos hacen goles y los celebran y con ellos ganan partidos.
Pero – según este pensamiento – eso es lo que daña al otro equipo.
HAY QUE PROHIBIR que alguien gane. Para no estigmatizar al que es derrotado. Todos deberán PERDER. Para que nadie se sienta discriminado.
Esa y ninguna otra es la cuestión.- Hay que hacerle creer al que no aprende, a quienes con 15 años de edad no comprenden los textos que leen, que son iguales que los que tienen 10 de promedio. Hay que igualar a todos haciéndolos a todos perdedores e incapaces.
La pregunta es sencilla: con estas generaciones de argentinos gobernando, administrando, negociando, enseñando, etc. etc.: ¿Qué resultados podrá obtener la Argentina en su relación de toda índole en un mundo cada vez mas competitivo? Podrá alcanzar otra cosa que PERMANENTES DERROTAS ?
Que solo podremos ignorar si somos capaces de poner en el mundo a dirigentes argentinos que hagan lo mismo que acaban de hacer en la provincia de Buenos Aires. Eliminar los aplazos.
Pero lamentablemente en el mundo, evalúan y califican. Y quienes hacen bien las cosas son premiados.
Y quienes no las hacen o las hacen mal, lo sufren y lo pagan.Y los argentinos cada vez calificamos peor.
En fin: antes de 1850, el gran maestro Domingo Faustino Sarmiento dejó para los tiempos una de sus tantas reflexiones extraordinarias: « Educa al soberano. No dejes de hacerlo. Debéis hacerlo por caridad, pero si no lo haces por eso, HACELO POR TEMOR…….»
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