El Gobernador de la Provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, ha embadurnado con pintura color naranja el galpón donde se guarda el sentido común.
Sólo así puede entenderse el cambio que ha propuesto en el sistema de calificación de los alumnos de las escuelas de la Provincia.
Es cierto que la burocracia distancia a las autoridades de los despachos donde se elaboran proyectos que aseguran el sueldo de sus autores pero la mayoría de las veces se agotan en papeles que llenan canastos y contenedores de desperdicios.
Cuando los temas son de la importancia de este que nos ocupa es cuando se ve lo que es capaz de hacer o no hacer el responsable mayor de la gestión.
Así es que nos encontramos los bonaerenses con un hombre que pretende acceder a la Presidencia de la República en nombre del mismo kirchnerismo que hoy nos manda sosteniendo la idea de que la Educación será distinta y mejor porque ya no habrá calificaciones de 1, 2 y 3 en los boletines de los alumnos.
Tampoco se llamarán boletines a los boletines.
Seguramente un grupo de asesores discutieron largamente para que el viejo boletín pase a llamarse “Libreta de Trayectoria Escolar”.
Imaginarán que esta “paquetería” será una herramienta al servicio de la revolución.
Tampoco será necesariamente el mejor alumno el abanderado de la Escuela.
Si un chico abandona a los 7 años y reinicia a los 10, ingresará a 5° grado.
¿Cómo hará para acceder a los conocimientos de 5° sin haber cursado 3° y 4°?
¿Sería capaz el Gobernador de resolver este problema?
En verdad, estas pavadas de nada sirven y son una maniobra evasiva para disfrazar cambios que no atienden los requisitos reales de un sistema educativo decadente e ineficaz.
La visión populista de esta gestión ha reivindicado la inclusión como el objetivo mayor de la escuela.
En su nombre se engordan los derechos y se esfuman las obligaciones.
Los chicos son vistos como víctimas de la sociedad desigual y por ello no deben ser sometidos a la violencia de la contracción al esfuerzo, al respeto del orden ni al sentido de la responsabilidad.
Las razones profundas de este intento de cambio son apenas pretensiones de ganar notoriedad con vistas a la elección que viene.
Solo así puede entenderse que el Gobernador, equivocadamente, sueñe que para salir en los diarios hay que hacer algo, aunque ese algo sea un disparate.
En todo caso, si le interesa mejorar las evidentes carencias del sistema educativo, que lea los resultados de las pruebas PISA, que ubican a la Argentina en el puesto 59° de 65 países y que indican que el 50 % de los chicos de 15 años no comprenden lo que leen.
Que garantice los mezquinos 180 días de clase, que no lo son no solo por las huelgas sino por las ausencias docentes y los festivales que sobradamente conocen los padres de los chicos escolarizados.
El tema no es evitar artificialmente la repitencia ni la deserción.
El asunto es que la escuela cumpla su función específica, que es educar.
Así hicieron países carentes de recursos naturales, (Japón, los “tigres asiáticos o los escandinavos”), que ingresaron a la sociedad del conocimiento y así alcanzaron altos estándares de vida para su gente.
Si todo se limitara a quitar el 1, el2 y el 3 ya a alguien se le hubiera ocurrido.
Que un alumno no recuerde la fecha de la batalla de Chancay, no resuelva una ecuación o equivoque una fórmula química no es grave.
Grave es que no haya sido enseñado de la necesidad de la contracción al trabajo, la capacidad para levantarse luego de una caída y la vocación de mejorar con el propio esfuerzo.
En el fondo, la ideología que alimenta esta medida es deprimente.
Se piensa con una clara concepción populista que un pueblo no educado y víctima de una desigualdad programada es más fácil de gobernar.
Desde el punto de vista histórico, no es éste el camino por el que dio sus primeros pasos el Peronismo.
Estas son deformaciones que suelen utilizar símbolos convocantes pero que esconden ideas tan repudiadles como esta, conservadora y autoritaria.
1 comentario en «Columna del domingo, por Héctor Ricardo Olivera: “¡QUE VIVA LA PEPA!”»
Deja una respuesta Cancelar la respuesta
Historias relacionadas
2 de mayo de 2024
2 de mayo de 2024
Por lo que se ve, usted esta mas preocupado en bajar linea política que en discutir verdaderamente la cuestión. Me pregunto si tiene idea de lo que hablan los nuevos diseños curriculares, que precisamente no ponen al niño como victima ni mucho menos. Evidentemente no tiene ni noción de las estrategias didácticas que se están poniendo en practica en los últimos años, las ideas base y la centralidad de la enseñanza (muy por el contrario a la centralidad de la inclusión), y por ultimo, (porque en realidad no tendría que contárselo yo, sino usted investigar antes de lanzar semejante editorial) si es cierto que hay mucho por hacer en lo que respecta a educación, dígame como justifica que el gobierno quiere un pueblo ignorante si se han abierto 1800 escuelas y 9 universidades nacionales desde el 2003 a la fecha, se destina POR LEY, no menos de un 6,5 por ciento del PBI a educación…. y vos decís que el gobierno quiere un pueblo ignorante?? plan fines, becas, repatriacion de científicos…. ¿No sera que otros quieren un pueblo ignorante? Los que detentan el poder real, los que te dan o no laburo y los que ponen los precios… y también los que estigmatizan a los jovenes y a los «burros» …Ay ay ay….Hay que leer un poco mas antes de hablar. Es feo tomar a los lectores por bobos.