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Editorial: Yyyyy… es lo que hay.

Probablemente al momento de ser pública esta columna algunas o varias cosas aquí analizadas pertenezcan ya al pasado o se hayan resuelto de modo contrario al aquí planteado. Es tal la dinámica e incertidumbre de la actualidad política nacional que la misma cual el rating televisivo se mide minuto a minuto. Pero algo nada menor ya se ha convertido en inédito y por lo tanto sin antecedentes. A solo dos semanas del cierre definitivo de las listas de candidatos de todos los niveles para un proceso electoral que terminará con los nuevos electos para gobernar el país, nuestra provincia y este municipio a partir del próximo 10 de diciembre, apenas si hay un precandidato a presidente confirmado y poco más. En la provincia aún no se puede afirmar que el actual gobernador vaya por su reelección, el presidente ya hace rato que se bajó de las boletas y la oposición por su parte suma o cinco candidatos a presidente, de los cuales los dos que parecen contar con mas posibilidades, están hoy tan cerca de competir en las PASO como de romper todo e ir por otro lado a las elecciones. En la provincia, tampoco hay nada definido.
Ni hablar de cómo se armarán las nóminas de postulantes a diputados y senadores nacionales y provinciales. Y de ahí para abajo todo está en sintonía. Apenas hace unas horas, aprovechando el acto del periodismo, el intendente local hizo oficial su nueva postulación.
Nunca antes se vió un panorama similar. Vale agregarle a ello, que está pendiente en la justicia una presentación que podría definir que 91 intendentes de esta provincia NO puedan presentarse a un nuevo período con lo cual bien podría cantarse bingo. No habrá mas alternativas que posponer aunque sea unos días ese plazo para no dejar poco menos que acéfalas de candidatos a varios municipios.
Cierto es que estamos hablando del armado de los listados que recién marcharán a las urnas en agosto para las primarias. Pero tan cierto (y peligroso) es que son los nombres que se sumen en apenas pocas horas los que estarán a disposición de la ciudadanía para cautivar su voto. Estos y nadie más.
En un país que muestra a las claras el fracaso de su dirigencia política en general y donde se habla mucho de cautivar nombres nuevos, sumar a la política a ciudadanos provenientes de otros quehaceres, esta realidad, corriendo contra reloj para llenar las planillas, superar las pujas internas, cumplir acuerdos etc. etc. y a la carrera llegar a las 24 Hs del próximo 23 para presentar sus listas es todo un mamarracho.
Un país, donde el partido gobernante no encuentra nadie que quiera sucederse. Donde la mayor ambición es conseguir alguna fórmula que “arrastre” un poco más de bancas para los compañeros. Un gobernador que desde hace meses hace malabares para que no lo manden a pelear esa presidencial donde supone no tener chance alguna.
Y en la oposición, el alcalde porteño lanzado a precandidato hace mucho tiempo, acorralado cada día mas por las encuestas y los números que lo dan perdiendo en esas PASO, pese a tener “todos los fierros” que le da el gobierno de CABA ante la mucho menos poderosa Bullrich. Y esta situación lo lleva a maniobras e intentos tan desesperados como tratar de acordar con el gobernador de Córdoba sumarlo su coalición a 10 días de elecciones en esa provincia donde su partido compite con ese gobernador y con muchas posibilidades de ganarle la gobernación.
En fin. ¿Resulta posible creer que la oferta que surgirá en la suma de todos los partidos tendrá la jerarquía, aptitud y potencialidades que las responsabilidades a las que pretenden llegar, exigen?.
Con candidatos presidenciales que vaya a saber como terminarán siendo candidatos. Con la provincia en igual o peor situación y con los distritos padeciendo esas cosas irresolutas y en muchos casos con las presiones de “los de arriba” para sumarse a sus luchas, al momento de llegar al cuarto oscuro, difícilmente el votante encuentre opciones como las que él y la situación del país requieren.
Por lo tanto, el viejo slogan de pedirle a los ciudadanos que elijan bien, casi pierde todo sentido en las actuales circunstancias. Porque para elegir bien, lo primero que hace falta es que la oferta incluya esa opción. La de algunos mejores.
No parece estar ocurriendo ahora. Y es muy poco lo que resta para subsanarlo.
El 13 de agosto y de ahí en las sucesivas convocatorias, será menos pesada la mochila del votante. Al fin y al cabo cabe aceptarle que a su voto le agregue la reflexión tan criolla de “es lo que hay”.

(Editorial publicada en la edición de TIEMPO de Ranchos del 09-06-2023)

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