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Editorial: A todos, todo el tiempo noooooo…..

La argentina ya no sorprende con sus hábitos tan naturales como incomprensibles a los ojos y sentidos comunes de cualquier ser humano. Bien podría algún productor de series o películas patentar algo así como el juego de las contradicciones y la realidad nuestra le regalaría el guión de varios capítulos en forma diaria.
Sin buscar mucho, en la etapa de cierre de candidaturas para las elecciones presidenciales, el oficialismo recoge los datos de las encuestas que encarga y en todas observa como su postulante con mejor mediciones es su actual ministro de economía. ¿Será que está haciendo las cosas bien? puede pensar un lector desprevenido, sobre todo si se tiene en cuenta que ya de por si es raro que un economista sea buen candidato a ganar una presidencial.
En este caso, el ministro acaba de quebrar el récord de los últimos 30 años en materia de inflación con un interanual superior al 110 %. Lo que en cualquier otro lugar del planeta sería despedida y regreso directo a casa, aquí es premiación. Solo un ejemplo.
En ese contexto de “extraños comportamientos” ocurre que en la travesía de los peores tiempos para los trabajadores, tanto los menos que cuentan con una situación regular en blanco como para quienes llevan la peor parte, que son los no registrados, cuentapropistas y hasta changarines que en ningún caso ya pueden sustentarse con lo que generan, quien comanda la economía parece ser el más apto para gobernar todo el país en los próximo años.
¿No es contradictorio?
En esta situación, un país “huelguero” como este, de fuerte concentración gremialista y que cuenta en su historial récords como el de 14 paros nacionales al primer gobierno democrático de Raúl Alfonsín y una facilidad asombrosa para plantarse de manos ante el último gobierno no peronista de Mauricio Macri, no ha tenido siquiera la “disimuladora” decisión de emitir algún comunicado crítico por parte de la central obrera o los gremios más fuertes, ni contra la administración de la provincia de Buenos Aires ni el gobierno nacional.
Son tantas las causas que piden a gritos una voz representativa de los “laburantes” que hace horas nomás, tratando de explicar tanto silencio, el titular de UPCN atinó a balbucear “No podemos hacer un paro, porque es tanta la debilidad de este gobierno que soplarlo sería voltearlo”. A cosas tan obvias solemos no agregarles ni una coma.
Pero no solo en tres años y medio no se decidió una sola acción para reclamar lo que las bases cada día con más fuerza exigen, sino que son los propios dirigentes y delegados gremiales los que se han opuesto en el camino de los trabajadores para amurallarlos, cerrarles el paso y diluir cualquier atisbo de queja, llegando a los más obsoletos y antiguos métodos, con los que “el peronismo y esos gremios” fueran combatidos hasta por dictaduras.
Gremios con la figura de Perón y cantando la marcha, apretando a trabajadores y amenazándolos con sanciones si adhieren a un día de paro?.
¿Habráse visto? Diría una abuela sorprendida. Lo grave de los casos es que los peores ejemplos se vienen registrando en el ámbito de las comunidades educativas, las que se suponen mas ilustradas, a las que sin disimulo alguno se las ha amenazado por parte de directoras/es de establecimientos que hasta se han arrogado la facultad de calificar la adhesión a un reclamo de un trabajador, informando de faltas injustificadas que ni siquiera está entre sus atribuciones hacer. Aprietes que se sirven del temor que siente la mayoría de ese sector que mansamente (hasta ahora) se entregan a los consejos de “miren chicas……no paren porque van a tener problemas para jubilarse” como dicen algunos de los tantos mensajes que tenemos en nuestro poder.
Eso si: hace pocos días apareció un pasacalle colgado en la principal avenida de acceso a Ranchos apoyando la candidatura del actual gobernador y con la firma de un gremio estatal y el agregado: filial General Paz.
Apoyar campañas políticas en favor de un candidato parece estar todo lo bien que hace falta.
Amenazar, apretar, mentir aludiendo a comunicaciones de organismos superiores inexistentes, hablar de personerías gremiales y otras “yerbas” que no están en el manual de docentes que deberían limitarse a enseñar y no a militar causas “exógenas” son moneda corriente por estos días.
Debieran saber estos sicarios de un puñado de dirigentes algo más encumbrados que están peleando sus chances de entrar en las listas de candidatos por una banca que se cierra en un mes, a cambio de sacrificar sin piedad a sus verdaderos representados, que todos están debidamente registrados. Que nada ocurre tan gratuitamente y que aún en esta argentina de todo al revés, la rueda gira y gira y tal vez antes de lo pensado llegue el momento de verlos sentados en el banquillo donde se rinden cuentas.
Se puede mentir un cierto tiempo a todo el mundo. Se puede mentir todo el tiempo a un pequeño número de personas. Pero mentir a todo el mundo, todo el tiempo es una fórmula largamente demostrada como impracticable.

(Editorial publicada en la edición de TIEMPO de Ranchos del 19 de Mayo de 2023)

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