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Editorial: Generar conciencia es el primer paso

La decisión del gobierno municipal de convocar a los sectores mas protagónicos de la vida comunitaria de la comarca para escuchar y debatir temas de la política profunda de cara al futuro ranchero no puede menos que ser calificada como todo un acierto en un país que hace años habla de esta cuestión sin pasar un centímetro la línea de los anuncios. En la columna del hacer nada para registrar. Por eso, la iniciativa ranchera debe ser rescatada. Pero con algunas reservas que trataremos de señalar, porque en este caso el abordaje fue al revés de lo conocido. Un poco asediado por el mundial de fútbol, el intendente quiso llevar todo a cabo casi sin tiempo para algunas cosas que se nos ocurren debieron hacerse en beneficio de la buena idea. Por ejemplo algo mayor que un simple video de anuncio de la ronda de encuentros. Cursar las invitaciones con mayor antelación de modo que cada uno de los sectores convocados pudieran tener su propio debate interno, el armado de un borrador para llevar a la mesa y hasta contar con sus mejores expositores que ayudaran a esclarecer en casos de propuestas innovadoras y un tanto complejas.
Pretender que en 48 horas o menos, las autoridades de comisiones vecinales, instituciones intermedias de fines muy determinados y porque no, hasta los propios partidos políticos tuvieran a mano programas tentativos a cinco, diez o mas años en las mas diversas materias que atiende el estado es casi utópico. Como lo es que en general se conozcan claramente las facultades y limitaciones del estado comunal a los efectos de reclamarle, exigirle o procurar llevar adelante políticas públicas que en muchos casos no le han sido conferidas por jurisdicción.
En lo que ha podido recogerse de lo ocurrido en los primeros encuentros hubo contraposiciones por ejemplo en quien debe encargarse de la reparación y reconstrucción de las veredas urbanas. ¿ El gobierno o cada frentista?. Resulta evidente que al tratarse de un espacio de uso público le corresponde al estado al menos la fiscalización y autorización de una vereda, cuando no toda la construcción de la misma. También es claro que al valorizar las propiedades cabe el aporte de cada frentista. Hubo también en algún encuentro mucha referencia a “fuentes de trabajo” en una sociedad que culturalmente concibe al estado como quien todo lo da. No hay más creador de fuentes de trabajo que el capitalismo y el sector privado. Y allí si resulta claro que para que esa generación sea una realidad. Los gobiernos deben llevar adelante políticas que tienten a los inversores a poner sus capitales en funcionamiento aquí. ¿Pero qué puede hacer un estado municipal en este sentido?. ¿Frenar la inflación?. ¿Reducir la carga impositiva?. ¿Modificar legislaciones laborales?. ¿Facilitar el mercado de importaciones y exportaciones?.
Nada de eso. Apenas si manejarse con alguna mera tasa insignificante a este efecto o dotar alguna estructura (como la de un parque industrial) que sirva al efecto de atraer.
Han sido muchos los comentarios llevados que tienen todo de eso: comentarios. Y bastante menos los que alcancen el grado de propuestas.
Sin embargo hay cosas que han trascendido que resultan un gran aporte. Hay coincidencia generalizada de un déficit oficial en materia informativa y sobre todo de campañas de concientización en la sociedad de los grandes temas en los cuales la participación ciudadana es fundamental. “El mejor de los programas oficiales, si no es conocido por la sociedad y sobre todo acompañado en sus acciones termina en un fracaso” fue una frase más o menos repetida por varios sectores en diversos días.
Y el mejor ejemplo es esta misma convocatoria. Si alguien procurara advertir el grado de conocimiento que tiene la sociedad de esta acción en marcha, se asombraría por el desconocimiento generalizado.
Pero aquí hacemos un alto. El intendente (en este caso con su mas cercana e importante funcionaria) han demostrado una plena convicción de oír y tomar nota. Por lo tanto y siguiendo un viejo precepto, los mas serios problemas no son aquellos de gran magnitud sino los que no se reconocen y se disponen a corregir.
Y aquí reside el valor de lo que está pasando. Hay una evidente vocación de escuchar las voces que hay que escuchar (seguramente se sumarán otras en una siguiente etapa) y también sus sugerencias. Es imprescindible que todos tomemos conciencia que debemos también mejorar nuestras propuestas e ideas de futuro. Una comunidad no avanza solo por contar con buenos gobernantes. Lo hace cuando toda esa sociedad conoce sus roles, los acepta y los lleva adelante.
Y en esto, los rancheros estamos algún paso atrás incluso de la propia región. Nadie que visita Chascomús desde Ranchos se niega a estacionar solo en los lugares permitidos, ni a desconocer un inspector y mucho menos a no pagar el estacionamiento. Ese mismo vecino aquí aún no respeta el sentido de tránsito de las calles, desconoce los semáforos e insulta y se burla del inspector de tránsito.
Así no hay decreto ni ordenanza que cambie nada.
Por hacer hay mucho en múltiples temas. Pero será fundamental que desde el gobierno se convenzan que hay que poner en marcha a la ciudadanía en primer término. Marcándole la dirección. Señalándole el camino, Tomándolos de la mano si es necesario, pero solo con una sociedad que marcha en una misma dirección el gobierno puede ir un poco más rápido y llegar adonde desea.
Si al mirar atrás el gobierno en cada iniciativa, no ve a nadie acompañando, el fracaso del intento estará siempre garantizado.
Y eso es lo que se procura cambiar.

(Editorial publicada en la edición de TIEMPO de Ranchos del viernes 18 de noviembre de 2022)

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