El caso Boudou ya no merece ni que sintamos vergüenza.
En todo caso sí es una vergüenza que no se sientan avergonzados los que lo pusieron en la Vicepresidencia de la República y los que miran para abajo cuando la oposición y el periodismo independiente citan las desmesuras de este liberal devenido en revolucionario.
Más allá de lo que determine la Justicia, que tiene sus tiempos y sus alambiques, Boudou es apenas en mascarón de proa de un sistema político que va inexorablemente camino del final.
Mucho más productivo es mirar lo que puede venir, porque de la mano del que sea dependerá lo mucho que será necesario reparar luego de la docena de años que terminarán en diciembre del año que viene.
Como la Política ha elegido el camino del show y la farándula bueno es poner la mira en lo que se mete en las casas de todos con total desparpajo y gratuidad.
En ese sentido, la figura de Marcelo Tinelli tiene un rol protagónico.
No es nuevo, porque fue también en su programa donde Menem, ídolo de los que hoy dicen despreciarlo, cerró su campaña cuando su reelección.
En la edición del lunes último, la pantalla de Tinelli mostró al desnudo mucho de lo que puede tocarnos.
El Diputado Insaurralde, cuya novia compite en el certamen de baile, volvió a mostrarse en pantalla jugando con un imitador suyo.
No hay dudas que tiene fundamentos para figurar al tope de las encuestas de intención de voto para Gobernador.
No son sus ideas, ni sus programas, sus equipos técnicos ni sus definiciones políticas.
Por el contrario, sus perspectivas electorales nacen de los atributos físicos de su novia, la bailarina Jesica Cirio
Con maestría digna de mejor causa, Tinelli supo convocar a tres pre candidatos presidenciales del peronismo.
Massa, que será el receptor de Insaurralde a la hora de los bifes, Scioli, que sufrirá el abandono de quien apoyó en la campaña y Aníbal Fernández jugaron al juego que al conductor televisivo más le gusta.
El novio al que todos envidiamos sanamente y los tres restantes son todos dirigentes peronistas de la Provincia de Buenos Aires.
Y es aquí donde surge un elemento que los descalifica a todos por igual y debe alertarnos a la hora de determinar preferencias.
El mismo día que ellos Se divertían por TV 4 millones de chicos de la Provincia no tenían clase y lo mismo ocurriría al día siguiente por la huelga docente.
Podría agregarse que Insaurralde se mudó a Puerto Madero con su novia “por razones de inseguridad”.
Si llega a la Gobernación ¿nos propondrá la misma solución?
No hay dudas que sobran motivos de los que avergonzarse.
Pero la vergüenza
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