La búsqueda de respuestas suele obligar a comenzar con la pregunta de ocasión. En este caso corresponde plantearse la siguiente: ¿Al servicio de qué objetivo prioritario están los legisladores de todos los niveles en el esquema de poder de la República Argentina?.
Para ser concretos: un razonamiento básico conduce a suponer que los diputados nacionales están al ser-vicio de los altos intereses de la nación, aceptando que su pertenencia geográfica les haga poner una mayor atención en aquellas cuestiones que lo ligan con su lugar de origen y de electorado. Por su parte, los senadores nacionales, son los representantes legislativos de los gobiernos de cada provincia, distribuidos entre la primera y la segunda minoría.
Así en las provincias, los legisladores provinciales están comprometidos con los intereses de sus coprovincianos y por último los concejales de cada municipio, a los intereses de los habitantes de su Patria Chica.
Nadie objetaría estos conceptos que van de la mano con sus discursos y mensajes de campaña en general.
Pero resulta, que una vez puestos en la cancha, y sin importar mucho sus jerarquías, desde el Congreso nacional hasta el mas pequeño recinto de un Concejo Deliberante es demasiado evidente que todo lo dicho pasa a un segundo plano y todos, todos, responden a otro objetivo: la ventaja partidaria para el partido, frente o alianza que integra.
Contrariamente a lo que muestran otras democracias, por caso la de los Estados Unidos, donde es habitual que legisladores demócratas y republicanos de un mismo estado se unan en una discusión contra demócratas y republicanos de otro estado cada uno defendiendo los intereses de su región cuando estos son contrapuestos.
En la Argentina esta materia aún no ha sido aprobada por la dirigencia. Los ayuntamientos y enfrentamientos se dan por los colores de las camisetas que cada uno luce.
La situación inédita que atraviesa judicialmente la argentina, con los mas altos funcionarios del gobierno anterior, sometidos a juicio junto con los mas grandes empresarios por denuncias de una megacorrupción en los años pasados, no alcanza para consensuar posiciones en contra de un mal tan identificado y dañino como la de los delitos imputados. Bajo los mas audaces argumentos, estrategias, consignas y engañapichangas, los que se consideran adeptos al gobierno anterior procuran todo tipo de excusas para salvar a sus compañeros de partido. Ya ni siquiera pueden disimular sus verdaderos objetivos. Nadie afirma convencido la inocencia de los acusados. Suele apelarse a «siempre se hicieron estas cosas»; «los actuales lo siguen haciendo»; «estos son peores», todas afirmaciones que, lamentablemente pueden y de he-cho creemos que tienen mucho de verdad, pero no para ser usadas en procura de salvar a los que están en el banquillo. Por el contrario, debiera servir terminar con estos procesos y que cada uno pague por lo hecho para ir rápido por los demás: los de ahora y los que vendrán.
Las volteretas que cotidianamente exhiben los legisladores del mas alto nivel generan vergüenza. Como la de los oficialistas para no afrontar con decisión el «aportegate» de las campañas bonaerenses del actual gobierno provincial. Otra vergüenza que ya es un tatuaje imborrable en la piel de sus dirigentes.
Pero como demostrando que los vicios se aprenden rápido vale observar los comportamientos de los ediles municipales. ¿Al servicio de quienes están los concejales?. De los vecinos….al menos porque somos nosotros los que les pagamos sus dietas. Pero veamos: Apenas se vislumbra alguna situación que pueda marcar un error o una omisión del gobierno comunal, los opositores procuran amplificarla, señalarla, pedir informes y ni hablar si ese error es señalado por un medio periodístico, se enteran de inmediato y en sus «profundos argumentos» señalan, «de acuerdo a lo publicado por un medio de prensa.» Y allí van. Cuando en esos mismos medios y con mucha mas amplitud y cobertura se marcan claramente cuestiones que perjudican a los vecinos a los que dicen representar, pero que no les da supuestos beneficios electorales, entonces no leen, no escuchan, no ven absolutamente a ninguno de esos medios.
Hace algunas horas, un portal web de la vecina ciudad de Cañuelas publicó una denuncia de una funcionaria de ese distrito que expone en una situación comprometida al director médico del hospital municipal. Apenas unas horas mas tarde, esa denuncia era reproducida por casi todos los dirigentes y militantes de la oposición con calificativos como «hospital corrupto»; «la corrupción gobierna en este pueblo» y los concejales con una asombrosa velocidad presentaron un pedido de Informes al intendente, que lo contestó antes del pedido, ya que un comunicado oficial y una entrevista de la que aquí se informa, se dedicó a ese tema. El pedido no está mal. Claro que no.
Que quede claro. Nadie lo discute.
Pero lo objetable es que con una generosidad periodística mucho mayor se abordó el disparate que impulsó muy mal asesorada la gobernadora Vidal en torno a la facturación de los servicios eléctricos en la provincia. El disparate se consumó, la ley se sancionó y la gobernadora tuvo que hacer una orden interna para que no se aplique para salvar el papelón. Sus concejales no leyeron, no escucharon ni vieron nada.
No ha existido portada de medio que no le haya dedicado generosos espacios a la nómina de aportantes a las campañas de Cambiemos. Ninguno de los ediles ni dirigentes pareció leerlos, ni escucharlos ni verlos. Nadie dijo «de acuerdo a lo publicado en los medios».
Pero aún mas resonante es la flamante eliminación del Fondo Solidario Federal o Fondo Sojero que deja a los municipios inertes en medio de la ejecución de un presupuesto al que se le quitan recursos imprescindibles para gobernar. ¡Hay que ver lo que dicen los intendentes de Cambiemos por esta medida!. ¿Y los concejales de Cambiemos en los distritos donde no son gobierno como aquí, no se interesan por un informe del ejecutivo que les indique los alcances de estas medidas y no se ofrecen a gestionar ante sus «pares de partido» de la provincia como recuperar los cinco millones de pesos anuales que les quitan a sus vecinos a los que dicen representar y defender?
¿Los defienden de posibles inconductas del director del hospital, pero del dinero que le pertenece a los vecinos para atender necesidades casi siempre prioritarias ni se enteran?. No hay un documento que diga: «De acuerdo a lo expresado por los medios de difusión» etc. etc.- NO.
De esto no se enteraran jamás.
Vale en este escenario remarcar que el ejecutivo municipal, hace días nada mas, salió de inmediato al cruce al ser condenado por la justicia el ex vicepresidente Boudou de su mismo signo partidario. Fue un reflejo. Un gesto. Que volvió a repetir con este caso del director del hospital. Y vale destacarlo.
Pero sería loable que todos actúen de igual manera. Que lo mas importante no está en el partido político al que pertenece cada funcionario o gobernante. Sino en lo que hace en función de los intereses y los ciudadanos a los que unos y otros no se cansan de repetir que son sus verdaderos objetivos a defender durante sus campañas.
(Editorial publicada en TIEMPO de Ranchos el sábado 25 de agosto de 2018)