Durante esta semana se produjo en el país, a partir de una tramitación judicial, el hecho político mas resonante en los cuatro meses que lleva en el poder el gobierno nacional. Citada a prestar declaración en una causa generada por la venta de dólar a futuro en el final de su mandato, la ex presidente Cristina Fernandez debió reaparecer en público en Buenos Aires luego de haberse alejado el pasado 9 de diciembre sin siquiera pasar el mando a su sucesor y presentarse en el despacho del juez federal Bonadío a dar explicaciones.
Lejos, infinitamente lejos de la realidad en la que se produjo esta presentación en los tribunales de Comodoro Py, la ex mandataria volvió a mostrar que aquello que el general Perón denominara la UNICA VERDAD (la realidad) no existe para ella y que todo aquello que se niega a aceptar, por ese solo motivo no ocurre.
Ha sido largamente repetido por analistas, opositores, pero también por gente que ha pertenecido a su círculo íntimo, que ante la derrota electoral de noviembre Cristina ( para llamarla a secas como lo prefiere) comenzó a gestar la idea de no participar de la entrega del mando al electo presidente Macri.
Que no quede para la historia una sola foto con ella entregando el mando, significa para quien se definiera como «abogada exitosa» que tal cosa no existió. No hay un Macri presidente ni que haya asumido porque nadie puede mostrar que ella le entregó el mando.
Y no existe tampoco, naturalmente, que ella haya dejado de ser la persona mas importante del país.
Comprenderá el lector que, analizar periodísticamente este caso es extremadamente complejo y seguramente de dudoso éxito. Tal vez solo reservados con alguna posibilidad de mayor entendimiento a periodistas como Nelson Castro por su condición de médico, tal vez la razón por la cual ha resultado ser uno de los periodistas mas odiados del entorno K por sus ácidos comentarios y hasta alguno de sus libros, porque puede sostener sus opiniones con análisis médicos que nos son absolutamente ajenos a nuestros conocimientos.
Concretamente: Cristina Fernandez hace mucho tiempo que muestra que SU VERDAD no es la realidad sino la que IMAGINA. Y eso es en lo personal y en lo político muy grave por la influencia que la otrora receptora- del 54 % de los votos argentinos ejerce.
Pero lo que es aún infinitamente mas grave es que, aún en caída libre y lejos de aquellos guarismos, miles de argentinos prefieran no ver esa realidad y convencerse que la fantasía que dice observar su líder es lo que pasa ante sus ojos.
Esto es, a nuestro criterio lo central que esta semana pudo observar el país en una emisión audio visual del «acto» de Cristina que merece también ser destacado porque tuvo a su favor una cobertura como jamás se vio y sobre todo con un gobierno de otro signo. CRISTINA TUVO MAYOR DIFUSION QUE LA HABITUAL DURANTE SU PROPIO GOBIERNO Y SUS CADENAS NACIONALES.
Aún hablando en el mismo momento en que el presidente de la nación hacía un acto en una provincia del norte y también enviaba un mensaje al país.
Vale ahora dar algunos ejemplos contundentes de lo que afirmamos: es tal su falta de observancia de esta realidad que uno de sus mayores ataques estuvo dirigido a la prensa. ¿ Es compatible esa visión con la cobertura que le dieron casi con fascinación en forma completa y en directo, mas que si fuera una cadena a su acto ?.- No hace falta ninguna profundidad para aceptar esa dicotomía.
Vayamos a otras cosas que dijo durante su mas de una hora de discurso : con entusiasmo sin igual se refirió al «Partido Judicial» al que ligó, desde su pináculo la Suprema Corte de Justicia de haber convalidado « hasta el golpe del ´30 que dio lugar a la década infame» afirmó para señalar que en la historia del país ha existido una complicidad de la justicia a la que ligó con su situación procesal actual. Desde un hecho cierto Cristina armó un relato: en primer lugar omitió (a sabiendas seguramente) que esa Corte también convalidó en el ´43 el alzamiento militar que terminó con Perón en el Poder. Si mencionó a Justo, debió hacer lo propio con Perón. No lo hizo.-
En la misma cuestión: debió comprender que lo que convalidó en estos ( y otros casos ) esa Corte fueron casos de sublevación o de desobediencia a normas constitucionales.
Cristina estaba allí por una causa de defraudación al estado. Y está imputada en otras causas como evasión o enriquecimiento. NO SON TEMAS COMPARABLES.
Para ella y su discurso si lo son.
Vale también detenerse en lo que no dijo: ¿ Cómo explicar que en todo su discurso emitido ante los tribunales no haya mencionado una sola vez un nombre de todas las personas que están imputadas en causas, muchas de ellas sus funcionarios como Jaime, De Vido, Boudou, Miceli o socios como el empresario Lázaro Baez?.
¿No es de eso lo que se tratan las causas que la «obligaron» a venir a Buenos Aires?.- ¿Nada tiene que decir de ellos, ni siquiera afirmar que los respalda?
¿O es que en su visión tampoco existen las causas que los tienen involucrados? ¿Ni las obras de Lázaro, ni las evasiones, ni las obras de notables sobreprecios, ni las denuncias, ni los bolsones, ni la Rosadita, ni etc. etc. etc ?.- SI ELLA NO LO DICE ENTONCES NO EXISTE.
Claro que lo que pone en duda todo esto es su tramo dedicado al actual gobierno al que calificó como
«el mas dañino en solo cuatro meses en la historia del país». Y en esa cuestión, temas preocupantes como la inflación existente, la pobreza, las pérdidas de puestos de trabajo que existen realmente, SI SON OBSERVADOS por la ex presidente.
Es en este punto donde nos surgen mas dudas.
¿Cristina tiene un problema real de salud que le impide ver el mundo que la rodea y divisar con claridad lo que Perón llamó la única verdad? O la selección que hace de ese contexto notando claramente aquello que le sirve a su relato y omitiendo categóricamente otras muestra otra cosa que no terminamos bien de definir?.-
O a la que tal vez no queremos calificar.
(Publicada en la edición del sábado 16 de Abril de 2016 en TIEMPO de Ranchos)