Esta columna está siendo escrita el sábado 21 de noviembre a las 17,10 horas.
La aclaración vale porque llegará a manos de los lectores del diario el día en que los argentinos estaremos viviendo la jornada histórica del primer ballotage presidencial de nuestra Historia.
Los medios de prensa escritos son la vía de comunicación de información de lo que ocurre cada día, pueden ser también, junto a sus compañeros en el ejercicio de la comunicación como las radios y los canales de TV instrumentos para presentar periodismo de investigación, (Jorge Lanata y Hugo Alconada Mon son maestros en la especialidad), alcanzarnos expresiones artísticas o recursos para transmitir opiniones.
Éste rubro es el que esta columna pretende cubrir cada semana con la carga de limitaciones de su autor.
Esta vez, además, ha de opinar no sobre el resultado del partido del domingo, como lo hacen los diarios del lunes, sino sobre el resultado que sabremos luego a partir de las 19,30 si esta vez se cumple la promesa de los encargados del escrutinio.
Mauricio Macri será el ganador y por tanto el Presidente de la República que reemplazará a la actual Jefa de Estado.
Esta certeza da razón al título que emplea la jerga policial en materia de comunicación interna.
QSL significa “comprendido” y cambio y fuera es el modo de interrumpir la comunicación entre móviles de los uniformados.
El juego de los significados puede transmitirse a la situación política que hoy nos tiene por protagonistas.
No hay dudas que hemos comprendido por fin que es tiempo de terminar un ciclo, y por ello las urnas dirán simplemente “QSL, cambio y fuera”.
Tan claro parece el mensaje que así lo han comprendido hasta los sectores enrolados con distintos niveles de compromiso dentro del mismo oficialismo.
El candidato ha entrado en pánico.
De su insípido discurso de “fe y optimismo” viró al desencaje gestual y discursivo que dedicó más a denostar al contrincante que a seducir a la gente.
Así fue que terminó denunciando que Macri ha pactado con el diablo.
Sólo le faltó decirnos que si él no gana va a venir “el hombre de la bolsa”,” la llorona”, “el cuco” y “la luz mala”.
No de casualidad la Presidenta se llamó a silencio, los “pibes para la liberación” han desaparecido de los lugares que solían frecuentar y un manto de resignación y búsqueda de construcción de nuevos lazos ocupa el tiempo de gobernadores y barones del conurbano que se salvaron del chubasco.
Es imprescindible comprender que en Democracia cada llegada se transforma espontáneamente en un nuevo punto de partida.
Quiere esto significar que el lunes mismo será necesario que el Presidente electo comience a ejecutar la ardua tarea de reconciliar a los argentinos, reencauzar al País por el camino de la República y poner en marcha una economía devastada.
Nada será fácil.
Nada será milagroso.
Por el contrario, será la hora de actuar con firmeza, prudencia y profesionalismo
Han sido demasiados los Kirchners, los Boudoues, los D´Elías , los Aníbales, los Morenos, los Oyharbides ….
Si hemos sido capaces de responder “QSL” y “CAMBIO Y FUERA” hemos de serlo también para ejercer la felicidad responsable de sentirnos libres de tanta soberbia, tanta demagogia y tanta corrupción.
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