Ya está en marcha la campaña para las elecciones que este medio calificara hace largos meses como «la batalla electoral final» de una « guerra» que a lo largo de los últimos años fue dividiendo a los argentinos hasta límites casi desconocidos y que llevará mucho tiempo reconstruir.
Pero no es solo la reconciliación la que espera ser reinstaurada. El esqueleto institucional de la república está gravemente fracturado y sin esa estructura fuerte, vigente, poderosa y respetada, todo quedará en vanos intentos. No hay posibilidad de sociedad medianamente seria y organizada si no se recomponen las instituciones que la regulan.
La campaña electoral que sirve para que los candidatos a ocupar los cargos mas importantes que el sistema les otorga prometan hacer cosas al respecto, debiera servir para que en ella misma y con hechos concretos, pongan en práctica esa vocación que manifiestan y desde el rol de candidatos den muestras de una nueva relación con la gente que en definitiva de eso se trata.
No es lo que está ocurriendo, claro que no.- La lluvia de «carpetazos» que está generando el gobierno utilizandolos poderes, recursos y funcionarios del estado para sus pro-pios intereses políticos dan un poco «de asquito» como dijera un conocido cantante militante del oficialismo sobre los votantes porteños porque no elegían a los candidatos del gobierno que tan bien le paga sus recitales. A la vez, la falta de alguna reacción ante los mil setecientos expedientes de denuncias por corrupción que envuelven a funcionarios o ex funcionarios de estos años de gestión nacional, que alcanzan a la familia de la presidenta, al vicepresidente, a ex ministros, secretarios y otros de todo nivel, resulta en si mismo un absoluto desprecio por la ciudadanía. Pero nada pareciera resultar un aporte para la gente y aunque con diferentes niveles, nadie se salva del escándalo.- El primer candidato a diputado nacional por la provincia de Buenos Aires de la segunda fuerza en las PASO renunció ante la denuncia de contrataciones con el gobierno de la ciudad de Buenos Aires que al menos no respetó la ética que se le de-be exigir a un candidato. Hace horas, la primera candidata al Parlasur de la tercera fuerza política nacional en las PASO, dejó su Frente Renovador y se alineó con el gobernador Scioli al que hasta hace tres meses trataba públicamente de «mentiroso, ineficiente e incapaz».
Luego de largas gestiones, con la participación de una importante ONG, una Universidad y medios nacionales de prensa, se logró acordar un debate entre los candidatos presidenciales, con la firma de todos los enviados de cada uno de ellos. Pero a una semana del mismo, el que obtuvo mas votos en las PASO, el que mas experiencia tiene pues viene de ser vicepresidente de la nación y ocho años gobernador de la provincia de Buenos Aires, se bajó del mismo, afirmando que es todo «chamuyo».- Hace un tiempo ante las cámaras de todo el país afirmó: No necesito firmar nada. Yo tengo palabra y prometo que estaré en ese debate».
¡ Lindo panorama si este es el grado de seguridad que da la palabra de quien aspira a presidir el país !
Y aún faltan tres semanas que entregarán mucha tela mas.
Mientras tanto, los ciudadanos antes de votar tenemos derecho a exigir bastante mas de todos los candidatos. Tienen derecho los productores del campo argentino a exigirle a un candidato a gobernar la provincia como el actual Jefe de gabinete nacional Anibal Fernández a concurrir a la invitación de una entidad como CARBAP para decirle a esos dirigentes del campo cual es su plan de gobierno para el sector, Y no tiene derecho Fernández a no ir y mandar una carta con cuatro letras.
Tenemos derecho los ciudadanos, a pedirle – ya en el orden local – al candidato a intendente del oficialismo que nos di-ga claramente que cosas tienen decidido cambiar en caso de ser elegido para un nuevo mandato. Es cierto, que con aquellos que vienen gobernando el ciudadano tiene mas elementos para analizarlos. Pero si genéricamente afirman que hay áreas que requieren cambios e incluso si hay funcionarios que han cumplido un ciclo, sería bueno quienes son, quienes los reemplazarán y que políticas nuevas se implementarán.-
Con mas razón, le cabe a la oposición dar mas información al ciudadano. Así como ningún partido puede presentarse a elecciones sin completar los casilleros con el nombre de sus postulantes a intendente, concejales y consejeros, no resulta apropiado votar decidiendo un gobierno del que no se conocen sus integrantes. Sería como adelantar un pronóstico sobre un partido de fútbol, donde solo se conocen los nombres de los entrenadores pero ninguno de los jugadores que entrarán a la cancha.
Nadie ignora que un intendente es quien determina líneas a seguir y lauda en instancias cruciales, pero un gobierno es un gabinete de no menos de 20 a 25 funcionarios bajo cuya responsabilidad está el resultado final de una gestión. Nadie duda que un intendente de mediana capacidad e ingenio, acompañado por un gran equipo de idóneos, lúcidos y eficaces colaboradores puede lograr una buena gestión. En cambio, si se invierten esos valores, un notable intendente de la mejor calificación, flanqueado por un gabinete que no alcance las medidas exigidas para cada cargo, no podrá llegar a otro resultado que el fracaso.
En tal sentido, uno de los candidatos a intendente – precisamente quien mas votos obtuvo en las PASO – acaba de hacer un aporte – como se informa en esta edición – con quien será uno de sus mas importantes colaboradores. Y es de esperar que antes de los comicios el votante sepa quienes van a completar ese posible gabinete. Del mismo modo, cabe pedirle a la restante fuerza de la oposición que presente los suyos y reiterarle al oficialismo que se expida sobre la cuestión. ¿ Qué cosas sostiene, qué otras cambiará, quienes seguirán y quienes se irán?.-
Elecciones donde los candidatos deciden no debatir, otros que no aceptan siquiera invitaciones de un sector como el de la producción, partidos políticos que tienen candidatos en sus boletas que no se van a votar si mismo, candidatos locales que parecieran limitar la competencia solo a la figura de los intendentes, como si luego el gobierno lo llevara adelante una sola persona, flaco favor le hacen a quienes quieren y deben decidir sus votos con la mayor cantidad de elementos serios posibles.Por último, el periodismo y los medios resultan imprescindibles como puente entre esos candidatos y la sociedad. Hacer de cada entrevista, nota o información una fuente de esclarecimiento para el ciudadano debe ser una consigna ineludible en esta instancia.
Solo si los aspirantes dan muestras de ese respeto por los ciudadanos, se les podrá dar un crédito para el caso de convertirse en nuestros gobernantes. Si antes de asumir, ya nos esconden datos cruciales para nuestras decisiones, se resisten a intercambiar ideas con sus competidores, chicanean con sus «chamuyos» y nos dicen que «ahora no, pero si me eligen si», entonces que no nos gane la decepción después cuando ya instalados en el poder se comporten aún peor. No hay que ignorar, que en estos días previos a las urnas, cada candidato se convierte en la mejor versión que pueda esperarse de él. No volverá a ser igual y posiblemente algunos, muestren lo peor de ellos: lo que por estas horas esconden, pero que si los miramos con atención seguramente podamos descubrir a tiempo como para no robarnos nuestro sufragio
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22 de abril de 2024