e antemano vale aceptar que el abordaje de esta situación no es nada original. Pero en defensa de nuestra decisión, afirmamos que no hacerlo sería de una complacencia culposa, periodísticamente hablando.
Al momento de estas líneas, la provincia de Buenos Aires tiene miles de evacuados, ciudades del interior con grandes sectores semitapados por el agua proveniente del desborde de ríos, canales, arroyos, lagunas y hasta de campos encharcados que no pudieron desaguar en otro lado que no fuera la avenida central y la plaza del pueblo cercano.
Es que en pocos días llovieron alrededor de 300 milímetros promedio y entonces la provincia mas grande del país se convirtió en algo así como una gran Venecia, pero con muchos de sus habitantes adentro de los canales.
Y con el agua al cuello, sin asistencia alguna, sin la mas mínima contención. Sin mas ayuda que sus propias fuerzas.
Todo se terminó de desbordar, horas después de la jornada electoral del domingo, aunque las complicaciones en muchos lugares ya estaban a punto tal que en fueron muchos los lugares de votación que se cambiaron.
En definitiva, el domingo electoral convirtió al mapa afectado en una moneda de dos caras bien diferenciadas.
Hasta el domingo y después del do-mingo.
Porque hasta el domingo (inclusive) no hubo ciudad, ni zona rural, ni barrio, tanto en el interior como en el conurbano que no fuera visitado, re-corrido, asistido y contenido por sus respectivos gobernantes, sus candi-datos, punteros y delegados. Tampoco faltaban los candidatos de otras fuerzas claro está.
No fue el agua ya existente ni la que caía del cielo, obstáculo para llegar a cada casa, repartir las boletas y llegar a buscar a los votantes el domingo.
Pero……
El lunes mismo la moneda se dio vuelta. En el mejor de los casos quedaron los bomberos voluntarios y la solidaridad entre los propios afectados.
Y nadie mas. Como se ha observado en Lujan hasta ahora, hasta en la mismísima Basílica de nuestra Virgen Patrona.
La desidia que «inundó» a los responsables de atender con los recursos que el estado le provee no tiene calificación. Aunque en ese contexto, el gobernador de la provincia haya sido el candidato a presidente mas votado del país justo este domingo. Como un premio que se entregó a si mismo, Scioli partió a Italia el lunes para reponerse del cansancio y pareció no quedar nadie que gobernara la provincia, a tal punto que ante la crítica feroz (y justificada) por su ausencia, regresó este jueves, para hacer rápidamente una conferencia de prensa y criticar a quienes « hacen política con estos hechos», como si de tamaña responsabilidad de gobierno, los dirigentes no debieran hablar.
Como se habló durante años con la situación de la ciudad de Buenos Aires que quedaba bajo el agua con apenas cuatro gotas. Todo indica que en este sentido el gobierno porteño realizó las obras que han permitido que sus opositores «no hagan política con los inundados», que es la mejor receta para Macri, para Scioli y para todos los gobernantes de evitar esto que tanto les duele: «No son momentos para hacer politiquería».-
Hagan las obras. Trabajen y prevengan con seriedad. No se vayan de viaje de descanso cuando hay una emergencia. Todo muy de manual, para que la gente no se enoje.
Aunque mirando los resultados del domingo:¿No estaremos gastando tinta en vano? Porque para ganar elecciones hay que hacer lo del gobernador. Que es justamente todo lo contrario.
(Editorial del sábado 15-08-2015)
Este gobierno, nacional, provincial y municipal tiene como unico objeto pagar planes sociales, si hubiera que calificarlos a Fernandez,Scioli y Veramenti, serian calificados como «inutiles».