El proceso electoral que culminará con la elección de nuevo Presidente en octubre se ha puesto en marcha.
Las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias, (PASO) son un buen ejercicio de precalentamiento que ayuda a clarificar el panorama y facilitar la elección final de las autoridades de los tres niveles, municipal, provincial y nacional.
Tratar de anticipar el futuro es utópico en todos lados pero aquí más que en ninguna otra parte en virtud de la volatilidad de nuestros comportamientos electorales.
Muestra de ello son la multiplicidad de encuestas que en cada caso oscilan para arriba y abajo con la velocidad de la luz y descolocan al más pintado por su constante alteración de pronósticos.
Si parece que fue ayer nomás que la irrupción de Massa se veía como un tsunami y es hoy menos que nuestra laguna.
Hay sí algunos datos tan obvios que se muestran casi insospechados.
Así las cosas, los tres candidatos más serios para alcanzar el éxito en la carrera presidencial no salen de Macri, Massa y Scioli, nominados en estricto orden alfabético para evitar tumultos.
Tratándose de fenómenos políticos es natural que la lectura de cada acontecimiento sea distinta según cada lector.
El triunfo del Gobernador salteño Urtubey fue, para el oficialismo, un aporte propio.
Pero si bien así lo indican los números no hay que olvidar que cuesta imaginar al salteño enrolado ideológicamente en lo que pretende ser el kirchnerismo.
En Salta, aunque se hagan los distraídos, este conservador de pura cepa incluyó la religión como materia obligatoria en las escuelas públicas y criticó abiertamente a sus diputados que votaron a favor del matrimonio igualitario.
Igual fueron a subirse al palco Aníbal Fernández, Scioli, de Pedro y otros “progresistas”.
En Mendoza triunfó el acuerdo PRO/UCR y el candidato cristinista salió segundo en la competencia dentro del FPV.
La historia de las elecciones en Santa Fe es lamentable.
Allí ganó Miguel del Sel del PRO a la lista oficialista del Socialismo y el Radicalismo juntos.
El candidato del Gobierno llegó tercero.
El hecho insólito de que aun no se conozca el resultado definitivo es un llamado de alerta para evitar males mayores.
Hoy en la Capital el macrismo impondrá su cómoda mayoría y el aviador Recalde luchará por una posición no demasiado deshonrosa.
En Neuquén, si no hay novedades inesperadas de más ceniza volcánica, hoy se elegirá al Gobernador.
Allí no hay primarias sino que se va derecho a la elección del Gobernador.
El Movimiento Popular Neuquino aparece como el probable triunfador.
Hay que aclarar que si bien puede ser visto como un socio del Gobierno, lo cierto es que esta agrupación provincial es más amiga del gobierno que sea que del partido que ocasionalmente ocupe la Casa Rosada.
Estos anticipos, que lejos están de ser definitivos, indican una tendencia favorable al espíritu de cambio que no puede negarse.
Tampoco puede imaginarse que la tendencia será irreversible ni mucho menos.
La Provincia de Buenos Aires será, por definición, la madre de todas las batallas.
Lo que sí es cierto es que estamos comenzando a transitar un camino que puede ser de esperanza en tanto tomemos con responsabilidad el poder que las urnas depositan en nuestras manos.
Los 12 años transcurridos, más allá de aciertos y errores, requieren el ejercicio imprescindible del equilibrio para fortalecer la Democracia.
Nadie lo hará por nosotros.
Por eso, sin exitismo y con plena conciencia, pongamos manos a la obra …
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