Mientras jugaba un picado en la tarde del viernes en su ciudad adoptiva Castelli, un infarto lo sacó de la cancha de la vida terrenal a Miguel “muñeco” Tobio que tenía 52 años de edad.-
La noticia pesó demasiado en Ranchos donde se supo rápidamente y TIEMPO debió esperar la seguridad de que estaba enterada toda su familia para emitirla por sus medios- “Quiero llegar y confirmar que es mentira. Tengo que llegar y que me esté esperando “ decía Rosa su hermana en el viaje que se hizo eterno hasta Castelli.-
Miguel luchó mucho contra una difícil enfermedad que lo afectaba desde hace largos años, pero a la que había controlado y todos coincidían en que estaba en un muy buen momento, luego de la última recaída que había sufrido hace alrededor de un año. Hace tiempo que había trascendido en la música, su otra pasión: la banda de “muñeco” Tobio era muy seguida en toda la región y la organización de eventos bailables eran generalmente un éxito, con público de todas las edades que en Ranchos, Chascomús, Lezama, Pila, Castelli, Dolores y otras ciudades encontraban la mejor respuesta. Se declaraba muy feliz junto a su compañera y esposa Silvia Sabalette, con quien vivía en Castelli. También lo hacía muy feliz que su sobrino Fernando, el hijo de Catota, triunfara en el fútbol profesional.- Este año, estrenó su condición de director técnico de Independiente de Castelli donde supo ser campeón de la liga como jugador. Como entrenador en el Apertura de este año le fue de lo mejor: con un equipo con menor presupuesto y plantel que sus rivales, armó un grupo que llegó a la final la que disputó con el fuerte Ever Ready de Dolores con quien empató de local 1 a 1 y volvió a empatar 2 a 2 en Dolores, pero una cuestión reglamentaria ( por clasificar mejor en la tabla previa) el campeón fue Dolores.
UN GANADOR
Miguel fue siempre un ganador. Varios torneos barriales ya de pibe lo vieron levantar copas. Entre otros muchos títulos fue campeón de la liga con el primer campeón ranchero: Club de Pelota Independientes con la dirección del profe Azorey en el 95 y luego disputó con ese equipo la final del torneo de la Federación del Este, jugando un partido inolvidable en Lobos ante Primavera de esa ciudad en el que hizo un gol desde la mitad de la cancha con su sello personal: La rabona. Fue campeón con Las Mandarinas de Brandsen, con Atlético Ranchos ´97 (haciéndole un gol al flaco Arribas en Las Mandarinas luego de eludirlo tres veces también con su rabona) y el último gol del ranchero en ese campeonato, el cuarto en el empate 4 a 4 en el CEF de Belgrano ante El Salado.- Trajo otro título de la cancha de Sport de Magdalena, con una gran actuación suya venciendo a Atalaya en el Clausura ´98. Pero ya ese año, había dado la vuelta olímpica en el Juan S. Oroz al ganar el campeonato Apertura con Atlético Ranchos ante Deportivo. No pudo ganar títulos con equipos de Chascomús, donde visitó las casacas de Tiro y de Atlético, pero sumó dos campeonatos de la liga Dolorense con Independiente.
Sobran las anécdotas sobre su viveza y su temple en la cancha: Juanchi Taus cuenta en la radio una de esas anécdotas: “ Jugábamos para Las Mandarinas en La Plata contra Tricolores y el flaco Belen de nosotros estaba amonestado. En una jugada, el árbitro cobre un tiro libre y Belén tiró le pelota lejos, por lo que el árbitro llevó la mano al bolsillo para sacarle la segunda amarilla. Miguel corrió y le imploró al árbitro: No lo echés, no ves que es sordo y no escucha el silbato”.- El árbitro guardó la tarjeta y nos dijo: Muchachos, me hubieran avisado.-
Juan C. Lamarque se quiebra al recordarlo: “ Un tipo fenomenal en el grupo. Nunca tenía problema. En los partidos finales del ´97 estaban muy bien Kivi Migone y David Southwell y entonces le dije que lo precisaba en el banco y me dijo: Vos pone a los que ves mejor. Yo juego en tercera, voy al banco o lo que vos quieras. Pero cuando llegó el partido contra El Salado ganamos acá pero Cololo llegó a la quinta amarilla y no pudo jugar en Belgrano el partido final. Entonces, necesitaba un líder en la cancha y lo puse de titular. De movida nos hicieron un gol y nos llevaban por delante. Miguel se puso el equipo al hombro, les decía a todos, muchachos no pasa nada, los serenó y dimos vuelta el partido. El hizo el cuarto gol sobre el final y en tiempo de descuento nos empataron con un penal y dimos la vuelta. De tantos recuerdos, rescato aquél partido en Lobos cuando le hizo el gol al flaco Ilarragorri de rabona y otro al flaco Arribas en Brandsen a Las Mandarinas, cuando lo hizo tirar tres veces al piso y también lo terminó de rabona. …..”
Este fin de semana, hubo minuto de silencio en los partidos de la Liga y también en la Liga de Dolores donde todos los jugadores lucieron brazalete de luto en su memoria.
En las bailantes del fin de semana, la música sonaba fuerte. Pero había de fondo un hondo y cruel silencio extraño.- Faltaba la música de muñeco.-
( Anécdota de Juanchi Taus)
( El recuerdo de Juan C. Lamarque )
( Relatos de Raúl F. Uribarri – archivo TIEMPO Deportivo: Las rabonas de Miguel )