Las contradicciones presidenciales son ya un clásico a ritmo de tamboril, (como el Himno).
“los que quieren una devaluación”, dijo, “que esperen otro Gobierno”.
Los índices de inflación durante 7 años fueron al canasto.
Su mimado Ministro de Economía anunció que REPSOL debería pagarnos por daños ambientales en la exploración petrolera y ahora somos nosotros los que tenemos que poner unos 8.000 millones de dólares en las arcas españolas.
Las diatribas contra el FMI, el Club de París, el CIADE y la Justicia Neoyorkina dejaron de serlo y mutaron a mimos y arrumacos.
Por ello la actuación presidencial en su última aparición en la Casa Rosada casi ni llama a novedad, no obstante marcar un hito risueñamente inesperado.
La compañera Presidenta parece haber sufrido un ataque de “radicalitis”.
Primero, porque su Gobierno, sin hacerlo público, le puso el nombre de Raúl Alfonsín a la copa que disputan los equipos de fútbol de primera división.
Luego, en su discurso, sugirió recordar las quejas del ex –Presidente Alfonsín por el acoso de lo que ella sugirió son los mismos sectores que alimentan su fantasía desestabilizadora.
Se olvidó, en todo caso, que el Mundo era otro, que los productos primarios no valían nada, que las tasas internacionales estaban por las nubes y, sobre todo, que la oposición de la que ella era parte, alentaba en serio la desestabilización hablando de un dólar “recontraalto”, diciendo que estaban listos para hacerse cargo y los Intendentes del conurbano, (algunos lo siguen siendo), movilizaban a la gente y organizaban saqueos y desmanes.
En su alocución basó su análisis en declaraciones de un economista de los tantos, que opinó que hay sectores que intentan voltear al Gobierno.
Ese economista, Miguel Bein, fue sub-secretario de las PYMES durante la gestión de Alfonsín y Vice Ministro de Economía en el turno de la Alianza.
Tan notable no ha de ser si figura en la lista de los multados por Moreno por anunciar índices de inflación distintos a los del Gobierno hasta hace unos meses.
En todo caso, si mira a su alrededor encontrará puñados de funcionarios que lo fueron antes en los Gobiernos que precedieron a esta década.
Si se busca, hay más.
En su reciente viaje a Cuba a la reunión de la Comunidad de Estados de Latino América y el Caribe, (CELAC), Leopoldo Dante Guido Moreau integró la comitiva especialmente invitado por la Señora.
No hubo explicaciones, que no puede haberlas, pero no parece ser casualidad que el Tango 01 haya cargado a uno de los sepultureros de la UCR.
Vaya uno a saber que imaginan esas cabecitas.
Pero si tenemos en cuenta que en su última alocución el vuelo intelectual de la Presidenta la llevó a decir que “no nos estamos rascando, estamos laburando”, hay que admitir que todo es posible.
No será que aparezca de boina blanca, pero no hay dudas que debajo de lo que sostendría la boina hay un alto grado de estrabismo.
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