La cuestión surgió casi como una broma girando en torno al drama de los cortes de energía que azotan con dramatismo a sectores de la Capital Federal y parte del conurbano bonaerense. « En Ranchos no tendremos cortes, salvo alguna interrupción del sistema interconectado» dijo ante la pregunta de un amigo una alta fuente del gobierno municipal. Rápido de reflejos el interlocutor, le tiró una broma: «Entonces Ranchos no crece….»tomando una de las tantas declaraciones del gobierno nacional donde todo lo malo que pasa es una virtud de su gestión.
Vale recordar que el ministro Julio De Vido que hace 10 años tiene a su cargo el ministerio de infraestructura, afirmó que « el crecimiento del país trae estos inconvenientes. Se han vendido millones de aires acondicionados, las industrias están trabajando a pleno y esto tiene estas dificultades» dijo sin poner-se colorado.
Estos inconvenientes a los que alude el eterno ministro, no son menos que miles ( y hasta millones) de personas que quedan totalmente a oscuras en las zonas mas peligrosas del conurbano, en muchos casos sin siquiera la posibilidad de hacer un llamado por celular porque se quedan sin cargas sus baterías, niños, ancianos y enfermos encerrados como rehenes en los pisos altos de los edificios, sin agua, sin la ayuda de un ventilador y menos de una heladera. Estos inconvenientes, son también cientos y miles de comerciantes que pierden toda su mercadería sin ninguna posibilidad de recuperar sus costos y otros que llevan días sin poder trabajar y ganar el dinero que necesitan para su subsistencia.
En fin. Tal es la magnitud de «estos inconvenientes» que un mínimo de razonamiento conduce a la conclusión de agradecerle al ministro y a su gobierno tanto crecimiento y si es cierto que el costo de esos crecimientos son estos, rogarle que por favor dejemos de crecer y tenga a bien retrotraernos a las pésimas condiciones del país 2003/ 2004 cuando recién este gobierno asumía y aún no había podido meternos en la prosperidad.
Retomando el hilo inicial, el alto funcionario ranchero tomó el guante y respondió: «Ranchos crece al mejor ritmo de la región. A tal punto que estamos trabajando apresuramente para conseguir los recursos para ampliar la red de cloacas y una nueva etapa en la de agua porque están próximas a alcanzar el límite de su capacidad de servicio. Y en cuanto a energía, estamos bien, pero vale recordar que en poco tiempo la cooperativa contará con el doble de capacidad por la obra impresionante que está haciendo en la planta receptora del cuartel segundo que permitirá darle la energía que pidan en todo el distrito».-
Parecía cerrado el diálogo, pero el amigo insistió.
«Muy bien. Entonces ya que Ranchos no está detenido, es el país el que está parado en materia energética y no ha hecho las obras. Vos y De Vido no pueden tener razón los dos. Alguien falta a la verdad» le dijo un poco mas serio el analista y el funcionario como toda respuesta dijo: « Yo soy parte del gobierno de General Paz y no ministro de la nación».-
Stop. No hace falta explicar mas.
Así como no hace falta ser ministro de la nación, tampoco hace falta ser un «iluminado» para comprender esta ecuación. En la Argentina del crecimiento se venden muchos automóviles, pero cada día hay menos rutas por donde transitar, menos avenidas capaces de permitir el acceso a las grandes ciudades y ni hablar de otras minucias como procurar estacionar en la ciudad capital de los bonaerenses.
En la Argentina del crecimiento se venden los mas modernos celulares como caramelos, pero poder hablar con ellos cada día es mas difícil en los centros urbanos o en las rutas de cualquier punto del país. En la Argentina del crecimiento, cada año se pone mas presupuesto en educación, pero inscribir un niño en una escuela pública es cada día menos probable.
En la Argentina del crecimiento hay Fútbol para todos, pero cada día es mas parecido a Fútbol para nadie, porque ya los hinchas no pueden ir a ver como se corona campeón su equipo.
Finalmente en la Argentina del crecimiento, si el invierno llega con temperaturas cercanas a los 0 grados, nos quedamos sin energía por la bajas temperaturas y se le pide a la gente que cuide al extremo el combustible y la electricidad. Y en la Argentina del crecimiento si el verano llega a 32º entonces también se termina la energía, y el agua, y los ascensores, y los semáforos y los comerciantes se funden.
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Ranchos es una pequeña comarca. Que ha crecido vertiginosamente en los últimos años. Nada indica en una imaginaria comparación cuantitativa que lo haya hecho en menor escala que el promedio del país. Y en invierno sigue habiendo luz, calefacción y servicios. Y en verano, la temperatura también supera los 32º y si hay corte de luz es porque cortan la provisión del interconectado.
Pero si en poco tiempo no comienza a trabajarse seriamente en la red de agua, esta comenzará a faltar, primero en los extremos de la red, luego en otros lugares y finalmente en todo el sistema.
Y otro tanto ocurrirá con la red cloacal.
Las alternativas centrales parecen ser dos: empezar a trabajar ya en base la información que permite vislumbrar lo que demandará en todos estos servicios la comunidad o cuando llegue el momento anunciar con bombos y platillos que hemos crecido tanto, que ya no tenemos agua para sus utilidades mas básicas y tampoco podemos usar mas el baño.
Como no está pasando en otros niveles.
Por suerte, hasta ahora el gobierno local que se parece mucho al gobierno nacional en algunos gestos y en algunas de sus figuras (por ejemplo al asumir una banca de concejal jurando por el ex presidente) a la hora de tomar decisiones y proyectar, marca diferencias. Y eso al menos alivia un tanto.
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