Si algo claro dejó la campaña electoral de los últimos comicios son los temas que mas preocupan a los ciudadanos. La inseguridad y el consumo de estupefacientes le ganaron con facilidad al resto de las preocupaciones ciudadanas y con un agregado: estas dos cuestiones no tuvieron zonas de excepción.
Con variación en el rigor, en la intensidad de sus efectos, la inseguridad y la droga preocupan en La Matanza y en Córdoba; en cualquier barrio porteño y en Ranchos. Son la epidemia que se extiende y contagia todo el territorio.
Y en tal sentido, hubo tambien un clamor poco menos que unánime: estos son los temas que requieren urgencia en la toma de medidas y acuerdos de todas las fuerzas para combatirlo desde un frente compacto que permita ciertas chances de éxito.
Instalándonos en el plano local, pareció acertado y tal vez algo demorado) el criterio del gobierno comunal de convocar a la conformación del Foro de Seguridad.
«Esta es una batalla que estamos perdiendo….» «Tal vez tuvimos que hacerlo antes, pero hoy queremos reconocer que en esta lucha solos no podemos» fueron expresiones del intendente municipal que quedaron estampadas en la primera reunión tendiente a conformar el foro, que por ahora sigue esperando no quedar en un fallido intento.
Pareció que todos los sectores de la política local hallaban un espacio donde dejar de lado sus naturales diferencias de criterios, proyectos, posturas ideológicas, etc,etc que ponían en la cancha de la competencia electoral, para hacer de estos dos ejes una mesa chica de debate intenso y espíritu cooperativo, para que en la solidaridad del esfuerzo y el hacerse cargo se formara ese frente compacto que diera respuesta a los mayores reclamos de la ciudadanía.
No solo la demora que lleva ya el Foro en conformarse empieza a ser una decepción. El último tramo de la campaña y algunas secuelas que quedan marcan que lejos de unir filas para el enemigo común, parte de la dirigencia utiliza estos flagelos para procurar ventajas ya sea elec-torales antes de los comicios como de instalación luego de ellas.
La campaña que algunos sectores de la oposición y algunos candidatos lanzaron contra el intendente municipal ante la libertad lograda por algunas personas de esta ciudad que estaban purgando una condena por un crimen ocurrido hace menos de diez años en esta zona, unos días antes de las elecciones del 27 de octubre, fue el gran tema de convencimiento en las visitas domiciliarias de algunos de esos candidatos. La frase era tan breve como contundente:«Los largó Veramendi».-
El propio intendente había iniciado un ciclo televisivo un mes antes de los comicios diciendo en los estudios en una entrevista que « sabía que lo acusaban de estar ligado a la droga y a su circulación en Ranchos».
Contrario sensu a esas voces, está clara la postura asumida desde esta columna editorial. Y no lo hacemos yendo a visitar a la gente a sus domicilios para contarle «en secreto y voz baja» estos dramáticos males y quienes son sus supuestos responsables.
LO HACEMOS COMO SIEMPRE DESDE ESTE MEDIO ASUMIENDO TODA LA RESPONSABILIDAD que es lo mínimo que imponen estos males.
Está demasiado demostrado que «hendijas» por donde entrarle no le faltan al gobierno municipal. Rápidamente podríamos hacer una lista de promesas incumplidas, proyectos no cristalizados, malas gestiones en algunas, etc mucho mas larga que la suma de todas las que le marcó la oposición en su conjunto. Desde la fantasiosa postura de «explicar» la corrupción en niveles nacionales que son la verdadera razón del vergonzozo estado de la obra del camino Ranchos – Loma Verde hasta los cinco años que llevan «casi terminadas» pero sin adjudicar las viviendas del barrio Compartir.
O la falta de sensibilidad para atender problemas y demoras en Río Salado y Villanueva o no encontrar un candidato de Loma Verde como históricamente tuvo el partido gobernante con esa población. Y el reclamo que nadie hizo de construir «rápidamente» una sala de guardia mas grande y confortable en el hospital para atender tres o cuatro pacientes simultáneamente evitando que en un pequeño ambiente de pronto se agolpen pacientes mujeres, hombres, jóvenes y mayores en condiciones «inapropiadas» .El tránsito y el crecimiento urbano de la ciudad dan para un largo rato y el mantenimiento de ciertos espacios y caminos tambien.
Y se le pueden echar mas papas a la olla.
¿Pero procurar ganar votos tocando las fibras mas sensibles de los ciudadanos, haciendo caer responsabilidades delictivas o complicidades justo en los temas de Inseguridad y Drogadicción, sin el menor asidero y solo apelan-do a «las versiones y chusmeríos» impropios de ser recogidos y mucho menos amplificados por quienes aspiran a ocupar poderes que la democracia otorga, en gober-nantes o adversarios es de una bajeza y ruindad, que por si solos bastan y sobran para descalificar al portavoz.
Por no formar parte del eje en discusión en esta columna no incursionamos en la decisión de jueces que proceden a otorgar libertades condicionales o morigerar condenas «unos días antes de las elecciones y en comunidades donde todo se sabe y se conoce».- No ingresamos tampoco en la discusión del derecho que le asiste a esas personas a recibir esos beneficios. Lo que denunciamos cierta-mente, es que los jueces ( desde uno de primera instancia del mas alejado tribunal del país hasta los integrantes de la Suprema Corte ) no ignoran los efectos polìticos que sus fallos generan. Saben que incursionan decididamente en un momento trascendental de la vida de otros poderes como es la instancia de una elección y por lo tanto no ignoran lo que un fallo de ellos, que seguramente puede esperar una semana mas, genera.
Y mas allá de lo que esgriman y sostengan, lo hacen sin que mucho les importen estas consecuencias.
Eso ha pasado en todo el país y tambien en General Paz. Y lo citamos para no parecer demasiado ingenuos.
Pero no porque esa decisión judicial relevel a los candidatos que salieron «matando caballo» a ganar votos con esa circunstancia. A ellos estas reflexiones:
¿No hubiera sido mas responsable hacer un documento firmado o presentarse a la justicia o denunciar con toda la fuerza del partido polìtico al que representaban la responsabilidad o complicidad que el intendente o quien fuera tuvo en esas decisiones judiciales ?
Pregunta dos.¿Podrían ellos asegurar que en caso de acceder al gobierno no habrá homicidios y robos no aclarados y delincuentes condenados liberados antes de cumplir sus condenas y todas estas cosas que – según sus opiniones de campaña – hoy ocurren por decisión del actual intendente ?
Por último. ¿De esta forma consolidan las condiciones para conformar ese frente común del que hablamos líneas arriba ? ¿ Cómo hacer ahora para sentarse juntos, los que han acusado de las cosas mas aberrantes al propio intendente en persona y su gobierno para tratar de solu-cionar las cosas que unos dicen las lleva adelante el mismo que comparte ese Foro y el otro sabe que a su lado es-tán los que a sus espaldas afirman que todo lo que pasa es «por su culpa» ?
Es por estas conclusiones – y otras que se evitan por razones de espacio – que hacemos público nuestro convencimiento del daño incalculable que le han hecho algunos dirigentes al mayor problema que afecta a la sociedad toda. Han clausurado, al mostrar su alto grado de incapacidad para ser cautos, equilibrados y estar a la altura de las circunstancias la creación de las condi-ciones mínimas que exige una mesa de unidad para estas dos cuestiones que el propio gobierno había comenzado a gestar con su llamado.-
Finalmente vale decir que es posible que estas viejas armas de la política de peor estofa pueda servir para conseguir algunas voluntades, para socabar los cimientos de un gobierno en algunos sectores y hasta es posible que sirva para ganar elecciones.- ¿ Alguien es capaz de decirnos con una pizca de seriedad, que cambiado «el collar», se acabaría «la rabia» de la inseguridad y la droga en Ranchos ?. Esperamos que alguien nos convenza de ello para ponernos a disposición de su causa.
Mientras tanto, seguimos sosteniendo que por carecer de razones, de sostén en la realidad, podrán cambiar, pero no el perro. El que porta la enfermedad.
Y cuando llegue ese día, lo único que cambiará será el nombre del nuevo culpable. « Si antes esto pasaba por culpa del intendente, ¿ Por qué ahora que sigue pasan-do, el intendente nuevo es inocente ? será la pregunta. Y si la realidad sigue siendo la que hoy conocemos, seguiremos sosteniendo esta postura.
Pero aclarando ya desde hoy, que la responsabilidad de recibir el escupitajo no es de nadie mas que de aquellos que en esta campaña creyeron que el negocio era escupir para arriba.