A siete días de las elecciones los candidatos muestran sus capacidades más insólitas para tratar de atraer al electorado.
Es natural y propio de la actividad política por lo que no cabe sino el respeto por cada estilo, por cada slogan y por cada spot televisivo.
Las cosas han cambiado y lo que antes era principalmente la exposición de ideas de cada Partido Político es ahora una tarea de señalar a las personas que son candidatos más que señalar lo que piensan y cómo podrían hacer que esos pensamientos se hicieran realidad.
Salvo excepciones, estamos por ello en medio de una carrera donde lo que vale es la cara mucho más que lo que eventualmente podría haber detrás de esa cara adentro de la cabeza.
En este sentido, el desconocimiento de la gente del primer candidato a Diputado Nacional del FPV ha sido la gran preocupación del Gobierno.
Es cierto que cuenta a su favor con el aparato estatal, la Presidenta como jefa de campaña y el insólito Gobernador de la Provincia jugando como si fuera de la primera hora y no el transitorio díscolo de hace unos pocos meses.
En su afán por lograr apoyos que sin dudas saben que flaquean, la gente del oficialismo ha inventado un estilo de relato que no sorprende, (ya nada sorprende), pero merece ser conocido para ayudar a definir posiciones.
A lo largo de su gestión la Presidenta se ah encargado de decir que San Martín y Belgrano serían kirchneristas.
En un acto vergonzante usó la figura del Papa para una foto con su candidato.
Maradona salió al ruedo junto con Moreno.
Por si no alcanzara, el cáncer que sufrió el Intendente de Lomas en un testículo y afortunadamente pudo superar es también un elemento de campaña.
Es como si la lista de antecedentes del candidato pudiera ser reemplazada por su historia clínica.
En suma, más allá de los nombres que oficialmente integran la lista del FPV hay otra, subliminal y tendenciosa, que integran San Martín, Belgrano, el Papa, Maradona y el cáncer.
Con esfuerzo de voluntad podría ser tomada como una muestra de ingenio.
Pero cuesta mucho y vale poco.
Para colmo, mezclados no al principio sino un poco más abajo, están los nombres de Kunkel y Diana Conti, que por conocidos van atrás de un desconocido como una suerte de especulación pretendidamente inocente.
Cada cual preferirá la suya, pero es bueno que al cuarto oscuro entremos con todas las luces.
La gente ya está grande para que la asusten con fanhtasmas …
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