Si bien las circunstancias que se viven en nuestra ciudad con sus particulares celebraciones, otras cuestiones siguen su curso en el país y nos involucran aunque por unas horas casi no les prestemos atención.
Y una de ellas es la campaña electoral para elegir -nada menos- que al futuro presidente de todos los argentinos. Sobre ella vale decir que salvo el actual presidente que quedó extremadamente relegado en las PASO casi catapultando sus aspiraciones de reelección, el resto en todos los niveles pareciera estar esperando que el acontecimiento pase sin mucho trajín.
Lo dicho del candidato Macri merece el párrafo mas allá de las adhesiones o rechazo que merezca su campaña. Lo cierto es que se muestra como el único que está dispuesto a vender cara su derrota si así lo decide el voto popular el domingo 27 del corriente. En pocos días ha recorrido puntos distantes del país con actos públicos a sabiendas de las escasas chances que parecieran quedarle.
El resto, incluido su propio partido en la provincia y en muchísimos municipios pareciera haberse rendido a su suerte.
Y por su parte, por el lado de quienes resultaron mas votados en esas PASO, no parecen tener mucho mas que hacer y no lo disimulan.
Pero hay algo que no se abandona. Es mostrar la mejor -y en general la única- virtud que cada uno tiene para ofrecer: Lo malo que es el adversario.
Resulta poco menos que imposible observar en alguien una oferta de gobierno razonable, criteriosa, creativa, creíble.
En algunos casos, lo que se ofrece es tan obsoleto, antiguo, largamente fracasado que sorprende que hasta candidatos jóvenes de edad, sean tan viejos políticamente. Y no es solo la izquierda argentina que en este sentido marcha a la vanguardia de lo dicho.
Le cabe a la mayoría.
Y entonces el mérito está en el defecto ajeno. La pobreza que padecemos los argentinos -varios millones de carácter extremo- es bandera de todos. ¡Como si alguien realmente fuera ajeno a la responsabilidad de su existencia!. El endeudamiento, la inflación, la inseguridad…..
Nada mejor que decir y demostrar lo mal que en estas y otras facetas se ha manejado el adversario. Que sin dudas así ha sido.
Habla y anuncia el candidato Macri y razonablemente la respuesta inmediata es: ¿Si sabe lo que hay que hacer por qué no lo implementó si el presidente es él?.
Y así se lo señalan desde el espacio con mas posibilidades de reemplazarlo. Pero lo curioso es que ellos tampoco hicieron nada de eso en muchos años de gobiernos anteriores. Y en muchos casos hicieron precisamente lo contrario.
Observar algunos anuncios de dirigentes destacados de la fórmula Fernández – Fernández no pueden dejar de preocupar. La postura en torno a temas como Seguridad, Narcotráfico, Independencia de Pode-res no pueden ser soslayados. En otros como economía todos los días se cambia el anuncio del rumbo que se tomará.
Enfrente está el gobierno mas que con programas con la realidad de estos cuatro años nefastos de gestión económica. El resto no pareciera tener chance alguna…..
Y al decir esto salta la pregunta: ¿Los 45 millones de argentinos, tenemos alguna?
(Editorial publicada en la edición de TIEMPO de Ranchos del 11 de octubre de 2019)