Nos decía un amigo argentino radicado en los Estados Unidos desde hace muchos años y que está tan igualmente lejos de Cristina, Macri y el resto de los empinados dirigentes criollos: «No te preocupes mucho por el resultado de las próximas elecciones. Si hubiera alguien en condiciones de reparar aunque sea lentamente esta situación entonces valdría la pena. Pero esto no es problema de un partido o de otro. Es problema de todos los argentinos y el mundo por ahora no le ve solución alguna que no sea muy pero muy dramática». Y agrega: «Te acordás de ese viejo dicho que tanto nos repetían : Si un problema tiene solución, entonces ¿ Para qué te vas a preocupar?. Pero si el problema no tiene solución entonces….¿Para qué te vas a preocupar?».-
Tan lapidario como que afirma «En Estados Unidos nadie pregunta ni atiende nada de argentinos. Y cuando expresan su concepto sobre nosotros nadie dice que los K son una cosa, los macristas otra y el resto otra. ASÍ SON LOS ARGENTINOS dicen».
Clarito.
Y en esto de como somos, esta semana ocurrió un episodio de esos que una banda de música denominaría como «la argentinidad al palo». O en todo caso bien de argentos.
Ante la situación angustiante, terminal, caótica y dramática por la que atraviesa el pueblo de Venezuela y que «millones de argentinos que así somos explicamos desde nuestras butacas idióticas», muchos de los miles de ciudadanos de ese país que han llegado a la Argentina escapando del infierno se concentraron frente a la embajada de su país para realizar una manifestación totalmente pacífica y expresando su deseo de que el poder gobernante en la República bolivariana haga un paso al costado y alcance un acuerdo que permita salir de la alarmante crisis.
Hasta allí todo mas o menos normal y así hubiera terminado en cualquier país medianamente equilibrado.
Pero en la Argentina del así somos no es así.
Grupos de activistas denominados de izquierda argentinos, enterados de lo que estaba ocurriendo rápidamente se fueron a la sede ubicada en el barrio de Palermo en Buenos Aires y sin dilaciones enfrentaron a los venezolanos, que reclamaban cuestiones de venezolanos, frente a un territorio venezolano.
Los argentos, expertos en manifestarse. Que viven para eso y según parece de eso, fueron a romper una manifestación y con el argumento de EXPLICARLE a los manifestantes que es lo que ocurre realmente en Venezuela, « que no es como lo han vivido y lo viven los del vecino país, sino como yo lo siento» según diría el poeta Osiris Castillo.
Esta actitud, digna de mejores internados neurosiquiátricos, no es vista en el mundo como llevada a cabo por determinados sectores. Es de argentinos.
Y en realidad lo es. Claro que en medio de explicarle a los venezolanos cual es el motivo de sus males y hasta darles la fórmula para curar ese mal, en el medio agredimos a unos cuantos, los golpeamos en patota y para que no quede ahí nomas les robaron algunos celulares, unas monedas y alguna bicicleta.
La tímida policía del lugar (como toda las fuerzas nuestras, propias de este país) tuvieron una tímida reacción y en ella, uno de los profesores argentinos de izquierda resultó con una herida por lo que debió ser trasladado a un hospital público para su curación. Estuvo pocos minutos allí. Allegados suyos lo fueron a retirar para trasladarlo a una clínica muy afamada y cara de la capital, ya que el herido cuenta con el plan mas alto (o uno de los mas altos) de la obra social OSDE y allí quedó registrado que vive en el barrio porteño de Recoleta demasiado conocido para tener que agregar algo.
¿Qué fácil es explicarle a los venezolanos lo que les pasa y hablar de la influencia de los Estados Unidos defendiendo al régimen venezolano a Cuba y a todos sus aliados desde la confortabilidad y el nivel de vida de un vecino de Recoleta ?.
Por si hace falta aclararlo, ningún partido político, salvo el gobernante, hizo manifestación o declaración alguna sobre el hecho. No nos referimos al herido.
Nada sobre el ataque a los inmigrantes y a la intervención de hecho en la manifestación venezolana. La que hacen en nombre de acusar intervenciones en Venezuela.
Explicarlo o tratar de hacerlo, nos arranca mucho dolor, pero en el medio hasta surge una sonrisa. Parece un chiste.
Aunque lamentablemente sea cierto. Esto somos. Y entonces resulta valedero el comentario de mi amigo radicado en Estados Unidos: « Para qué te vas a preocupar por el resultado de la elección presidencial? ¿O crees que alguno de los que se postulan tiene la solución a esto?
(Editorial publicada en la edición del semanario TIEMPO de Ranchos del sábado 04 de Mayo de 2019)
Son todos iguales dijo el analfabeto cuando entro a la biblioteca. Acá y en Estados Unidos tambien. Lo triste es encontrar esto es un editorial de un diario, donde no se pueden dar el lujo de ser analfabetos o justificar su mopia política de esta forma, típico de los globertos que no quieren reconocer que votaron a la mafia que gobierna!