-El boxeador ranchero viajó el sábado pasado junto a su padre y al entrenador Satragni para combatir ante el ex campeón italiano Luciano Randazzo el viernes 13-
Luego de la postergación de su combate en Italia, finalmente el ranchero Nicolas Demario estará peleando mañana viernes 13 y precisamente haciendo su pelea profesional 13.
«Me contaba Juan Coggi que a él le trajo suerte el número 13 siempre. Espero que a
mí también» comentó en la entrevista que le realizaron en TIEMPO de Radio el pasado jueves antes de su partida del día sábado.
Desde le domingo se encuentra en Alexandría, “una ciudad que queda a 80 Kms. de Milan, la pelea se realizará en un estadio de Fútbol de la segunda división italiana y en un festival con varias peleas profesionales, la mía será la de fondo a 8 asaltos» nos informa.
Se lo nota muy confiado. «Hemos visto muchas peleas de Randazzo y varios entrenamientos, estamos seguros que hemos enfrentado a rivales mas duros aquí en la Argentina y por eso se que puedo ganar. Pero allá con árbitro local y jueces italianos es como que empiezo con tres asaltos perdidos. Tengo que noquear o ganar por paliza. Pero estoy preparado para salir a pelear desde el inicio» agrega Nico en la charla con Martinez y Solferino.
«La pelea se postergó por una lesión de Randazzo en las costillas y creemos que puede ser porque ellos tienen videos míos de peleas que gané con golpes abajo y por ahí trabajando ahí con sus sparrings se lesionó».
El ranchero muestra tener mucha información de su rival. «Tiene 17 peleas y no ganó ni perdió nunca por KO. Es buen boxeador con buena técnica» agrega.
La pelea admite un peso límite de 65 Kilos. «Estoy en 67 y medio y voy a llegar muy bien.
Trabajé con buenos sparrings y hasta me crucé con Jeremías Ponce que ganó el título argentino».
Nico cumplirá el sueño de ser el primer boxeador ranchero de la historia en pelear en Europa.
El desafío es muy difícil, vale aclararlo. Y el título de esta nota se ajusta a la realidad. «Voy
sabiendo que tengo tres rounds en contra. Ganarle al dueño de casa es muy difícil…»