Este medio celebra con esta edición 30 años ininterrumpidos de convivencia con la comunidad del distrito y la región. Esta claro que no es un lapso que pretenda marcar la historia de esta comarca, pero si lo es en la vida de cualquier ser humano y de eso sabe este TIEMPO de Ranchos que junto con los pasos temporales de colaboradores que han dejado páginas importantes bien mar-cadas de este tiempo, tiene en su conducción casi el mismo equipo que le dio nacimiento.
Y lo mas digno de ser destacado: tiene en la recepción sabatina de cada semana una gran familia que al margen de haber ido creciendo en estas décadas, mantiene las fuentes que lo sostuvieron en las primeras y muy difíciles épocas y que siguen siendo hoy sus mas fieles sostenedores.
Como en cada aniversario, se nos confunden los sentimientos por un mojón mas alcanzado, con los días mas intensos de sentimientos localistas rancheros que son los que hacen a la celebración de nuestra Santa Patrona. Y en ese contexto los sentimientos se renuevan aunque el idioma que utilizamos no alcance para reflejarlo claramente.
TIEMPO alcanza hoy este casi tercio de siglo sin la dirección de su fundador que como mostrara a lo largo de su vida en otros varios aspectos, siempre privilegió las posibilidades de renovación, el retirarse de las cosas antes que las cosas lo retiren a él, pero manteniéndose comprometido con las causas que lo involucran y disponiendo lo mejor de si con las mismas.
Tamaña responsabilidad la de esta dirección periodística seguir el camino marcado que obtuvo un reconocimiento tal de su población y que lo ubican hoy como el único medio gráfico del distrito. Y cuando indicamos el único es para señalar que la responsabilidad es aún mayor. En tiempos donde la prensa se convierte en un valor imprescindible de la sociedad moderna, cubrir desde este monopolio gráfico incrementa esa responsabilidad.
Y procuramos cada semana estar a la altura de ellas.
Ahora bien: nunca será mucho ni desmedido el sentimiento de gratitud por este respaldo celestial que permanentemente sentimos de parte de esta virgen patrona. Con la que nos sentimos mas unidos en cada aniversario cuando «envejecemos» un poquito mas al amparo de la devoción que la colectividad le renueva.
Así nos preparamos para compartir otra festividad patronal. Con la alegría de encontrarnos vigentes y sentirnos protagonistas de la vida ranchera. Porque esperamos esta fecha para renovar nuestras promesas con la Patrona.
Y en este caso: para pedirle a su ilimitada generosidad que nos otorgue la gracia de poder seguir el camino que han marcado estas tres décadas cumpliendo de la misma manera el compromiso asumido por su fundador aquél 12 de octubre de 1987.
Ser el mástil para que flamee en el terreno de la información y las ideas la bandera de la libertad.
(Editorial publicada en la edición del sábado 07 de octubre de 2017 en el Semanario TIEMPO de Ranchos)