Por Carlos “Poti” Mellado (09-10-2017)
En un doloroso y desgraciado suceso que no tiene antecedentes en los torneos de la Liga Chascomunense, el arquero de la primera división del club Las Mandarinas de Brandsen falleció en la tarde del domingo cuando con su equipo disputaba el partido de la 4ta fecha de la zona 3 ante El Indio de Brandsen, en cancha de este último.
Ocurrió cuando se disputaban los 7 minutos del segundo tiempo del partido, cuando el golero Marcelo Illarra tras despejar una pelota con sus puños en su área cayó desplomado en el piso, en tanto el juego continuó.
Al darse cuenta el resto de los jugadores y el árbitro de la gravedad de la situación, el juego se detuvo de inmediato en medio de los gritos de desesperación, pedidos de ayuda ante el cuadro –con convulsiones- que presentaba el futbolista.
En la cancha, por casualidad estaba como espectadora una médica, que ingresó rápidamente para atenderlo y realizarle tareas de reanimación, en tanto se pedía una ambulancia que estaba “en camino”, pero Illara muere antes de llegar al Hospital.
La gravedad de la situación quedó evidenciada desde el primer momento, suspendiéndose por esa razón el partido de primera que se estaba jugando cuando Illarra fue sacado del campo de juego para ser trasladado al Hospital de Brandsen y también el de sexta división que iba a cerrar la jornada.
Poco después en el centro asistencial se confirmó el deceso de Marcelo Illara que contaba con 33 años y era padre de un hijo.
El futbolista era oriundo de Brandsen, donde residía en el barrio Las Mandarinas, por lo que su deceso ha generado particular congoja en esa popular barriada brandseña y en general en todo el ámbito de la Liga Chascomunense, que hoy sin distinción de camisetas se une en el dolor, cuanto pide por su eterno descanso y el consuelo para los suyos.
Por cierto, lo sucedido con Illara no hace más que reactualizar otras muertes recientes de deportistas como la de la joven futbolista florense que sufrió un ataque cardíaco en La Plata en el calentamiento de un partido y murió dos días después o el rugbier que falleció luego de un partido.
En el medio quedará flotando la pregunta si su muerte pudo haberse evitado, de contar con un servicio médico contratado y una ambulancia en la cancha, cuanto si lo sucedido no llevará considerar que deban comenzar a realizarse exámenes médicos obligatorios para quienes participen de la competencia liguista o contar con esos servicios médicos (exigibles para los torneos federales) y de ambulancia en cada partido.
Cuestiones que sabemos de antemano, encontrarán de por medio el factor económico –como en tantas otras cosas- como limitantes.
Pero lamentablemente lo sucedido con Marcelo Illarra en cancha de El Indio de Brandsen este domingo, pudo ocurrir con cualquier otro jugador y en cualquier otra cancha antes o después.
Por lo que resulta necesario desde los clubes y la Liga, comprometiendo también el apoyo del Consejo Federal , la AFA y los poderes públicos, comenzar a trabajar en prevenir este tipo de hechos como el que hoy enluta al fútbol liguista en su conjunto.